Las anemias debidas a trastornos nutricionales se desarrollan cuando los micronutrientes necesarios para la formación de eritrocitos no están presentes en cantidades adecuadas. La anemia se desarrolla gradualmente, al inicio puede ser regenerativa, pero finalmente se vuelve no regenerativa. La inanición causa anemia por una combinación de deficiencias de vitaminas y minerales, así como un balance energético y proteico negativo.
Las deficiencias con más probabilidades de causar anemia incluyen:
Cobalamina (B12).
Cobre.
Hierro.
Niacina.
Piridoxina (B6).
Riboflavina.
Vitamina C (solo importante en primates y cobayas).
Vitamina E.
La deficiencia de hierro es la deficiencia más frecuente que se observa en perros y lechones, pero se da con menos frecuencia en caballos, gatos y rumiantes. La deficiencia de hierro rara vez tiene un origen nutricional; se produce con mayor frecuencia como consecuencia de la pérdida crónica de sangre. Los animales jóvenes tienen reservas mínimas de hierro y la leche contiene muy poco hierro. Esto puede ser especialmente importante para los lechones que crecen rápidamente y que a menudo se crían en interiores sin acceso al hierro. La suplementación oral o inyectable de hierro está indicada para la deficiencia de hierro; debe eliminarse cualquier fuente de pérdida de sangre.
La deficiencia de cobre puede desarrollarse en rumiantes alimentados con forrajes cultivados en suelos deficientes en cobre. El cobre es necesario para el metabolismo del hierro. La deficiencia de cobre puede producirse como consecuencia de una dieta alta en molibdeno o sulfato en el ganado y puede desarrollarse en cerdos alimentados con dietas basadas en suero lácteo. Las bajas concentraciones de cobre en sangre o en biopsias hepáticas (más definitivo) son diagnósticas. El tratamiento consiste en la suplementación oral o inyectable de cobre.
Las deficiencias de vitamina B son poco frecuentes. Ciertos fármacos (anticonvulsivos, fármacos que interfieren con el metabolismo del folato) se han relacionado con el desarrollo de la deficiencia de folato o cobalamina, lo cual causa anemia normocítica, normocrómica, no regenerativa. La malabsorción de cobalamina se ha descrito en Schnauzers gigantes, Beagles, Border Collies y Pastores Australianos (sus enterocitos son incapaces de absorber cobalamina). Estos perros responden a la suplementación vía parenteral de cobalamina. Los rumiantes también desarrollan una deficiencia secundaria de cobalamina cuando pastan en pastos deficientes en cobalto. Está indicado el tratamiento con cobalto oral o cobalamina parenteral.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre anemia por deficiencia nutricional en perros, anemia por deficiencia nutricional en gatos y deficiencia nutricional en caballos.