Los tumores de células de los islotes son la causa más común de hipoglucemia en perros geriátricos. Los signos clínicos son variados, pero suelen consistir en debilidad muscular, ataxia, ceguera y colapso. El diagnóstico se basa en la documentación de la hipoglucemia junto con concentraciones inapropiadas de insulina (normales o elevadas) y la eliminación de otras causas de hipoglucemia. Las opciones de tratamiento incluyen cuidados paliativos (alimentación frecuente y prednisona), cirugía y quimioterapia. El pronóstico a largo plazo por lo general es de <1 año de supervivencia.
El tumor más frecuente en los islotes pancreáticos es el carcinoma de las células de los islotes derivado de las células beta secretoras de insulina. Estas neoplasias son con frecuencia hormonalmente activas y secretan cantidades excesivas de insulina que provocan una hipoglucemia. El tejido pancreático endocrino parece derivarse de las células epiteliales ductales multipotenciales que se diferencian en uno de los diversos tipos de células presentes en los islotes. En los tumores de las células de los islotes, también pueden producirse en exceso la gastrina, la somatostatina, los polipéptidos pancreáticos y los péptidos vasoactivos intestinales. Las neoplasias de las células beta de los islotes pancreáticos (insulinomas) se observan con mayor frecuencia en perros de 5-12 años de edad. Son frecuentes en hurones y se han notificado con menor frecuencia en gatos y ganado vacuno de edad avanzada.
Hallazgos clínicos de los tumores de células de los islotes
Los signos clínicos observados en los insulinomas resultan de una secreción excesiva de insulina, que provoca una tasa aumentada de transferencia de glucosa desde el líquido extracelular a los tejidos corporales y, de este modo, una hipoglucemia grave. Los signos clínicos son un reflejo de la hipoglucemia y no son específicos para el hiperinsulinismo asociado con las neoplasias de las células beta. Los perros se agitan fácilmente y pasan periodos intermitentes de excitabilidad e inquietud. Pueden producirse convulsiones periódicas y también se han descrito episodios de colapso parecidos a un síncope.
Los signos clínicos iniciales incluyen:
Debilidad posterior.
Fatiga.
Espasmos musculares generalizados y debilidad.
Ataxia.
Confusión mental.
Los signos clínicos se caracterizan por ser episódicos y se producen inicialmente a intervalos muy espaciados, pero se vuelven más frecuentes y prolongados a medida que progresa la enfermedad. Los ataques hipoglucémicos pueden estar precipitados por el ejercicio físico (incremento en la utilización de la glucosa) o por un ayuno (reducción de la disponibilidad de la glucosa), así como por la ingestión de alimentos (estimulación de la liberación de insulina). La administración de glucosa alivia los signos clínicos de forma rápida.
El predominio de los signos clínicos relacionados con el SNC demuestra la dependencia primaria del cerebro en el metabolismo de la glucosa para obtener energía. Cuando el cerebro no recibe glucosa, disminuye la oxidación cerebral y aparecen manifestaciones de anoxia. Dado que los signos clínicos son compatibles con una enfermedad primaria del SNC, los tumores funcionales de las células de los islotes pueden diagnosticarse de forma errónea como epilepsia idiopática, tumor cerebral u otra enfermedad neurológica orgánica. Los episodios repetidos de hipoglucemia prolongada y grave pueden conducir a una degeneración neuronal irreversible en todo el cerebro. La incapacidad neurológica permanente probablemente explica el coma terminal, la falta de respuesta a la glucosa y, finalmente, la muerte de algunos perros.
Lesiones
Cortesía del Dr. Sean Aiken.
Los insulinomas suelen encontrarse en forma de nódulos individuales pequeños (1-3 cm), esféricos, de amarillos a rojo oscuro y son visibles desde la superficie de la serosa. Se producen como nódulos individuales u ocasionalmente múltiples en el mismo lóbulo o en diferentes lóbulos del páncreas. Tienen una consistencia similar o ligeramente más firme que el parénquima pancreático que lo rodea. Una capa delgada de tejido fibroso conectivo separa la neoplasia del parénquima adyacente. Los insulinomas frecuentemente provocan metástasis en los nódulos linfáticos regionales o en el hígado (o ambos) antes de diagnosticarse. Los adenomas de las células de los islotes verdaderamente benignos son poco frecuentes.
Diagnóstico de los tumores de células de los islotes
Demostración de hipoglucemia en ayunas (≤60 mg/dL) con una concentración sérica de insulina normal o elevada.
En todos los perros geriátricos con una historia de debilidad, colapso o convulsiones de forma periódica, debe realizarse una determinación de glucosa en sangre. La hipoglucemia en ayunas (≤60 mg/dL) en un perro de mediana o avanzada edad es un indicio sólido de insulinoma. Las concentraciones séricas de insulina tomadas en el momento de la hipoglucemia son normales o están incrementadas en animales con un insulinoma.
El diagnóstico diferencial de hipoglucemia incluye:
Hipoadrenocorticismo.
Insuficiencia hepática.
Grandes neoplasias extrapancreáticas.
Septicemia.
Policitemia.
Sobredosis de insulina.
Error de laboratorio.
Tratamiento de los tumores de células de los islotes
La cirugía suele ser la mejor opción para controlar los signos clínicos y mejorar la supervivencia de los animales con tumores de células de los islotes, especialmente en pacientes con una masa pancreática aislada.
Aunque los insulinomas suelen presentarse de forma individual en los perros, debe examinarse cuidadosamente todo el páncreas para detectar tumores múltiples. La extirpación completa del tumor mejora la hipoglucemia y los signos neurológicos asociados, salvo que se hayan producido cambios irreversibles en el SNC. Si hay metástasis subclínicas, la hipoglucemia puede persistir después de la intervención quirúrgica. Aunque el potencial de malignidad de los insulinomas es alto, muchos perros viven >1 año con una calidad de vida aceptable si todos los tumores visibles se han extirpado en la intervención quirúrgica. Los perros con tumores inoperables pueden manejarse bastante bien repartiendo la comida en varias tomas al día y administrando glucocorticoides (0,5-1 mg/kg/día). El diazóxido (20-80 mg/kg/día, dividido en tres dosis iguales) también puede aliviar los signos clínicos en algunos perros, aunque su uso se ha visto limitado por problemas de disponibilidad. El agente quimioterapéutico estreptozotocina se ha investigado para el tratamiento de los tumores de las células de los islotes en perros y podría considerarse su uso tras la resección quirúrgica.
Puntos clave
Los insulinomas son la causa más común de hipoglucemia en perros de avanzada edad.
El diagnóstico se basa en la documentación de concentraciones séricas inapropiadas de insulina en presencia de hipoglucemia.
La supervivencia a largo plazo es por lo general de <1 año.