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Paraqueratosis en cerdos

PorPeter R. Davies, BVSc, PhD
Revisado/Modificado sept 2021

    La paraqueratosis es una enfermedad por deficiencia nutricional de los lechones de 6-16 semanas de vida, caracterizada por lesiones de las capas superficiales de la epidermis. Es el resultado de una deficiencia de zinc o absorción inadecuada de zinc debido a un exceso de calcio, fitatos u otros agentes quelantes en la dieta. Los factores predisponentes incluyen el crecimiento rápido, la deficiencia de ácidos grasos volátiles o la malabsorción debido a enfermedades gastrointestinales. La paraqueratosis es poco común en los cerdos comerciales, a menos que se hayan cometido errores en la formulación de la dieta; sin embargo, puede producirse en cerdos de traspatio. El uso generalizado de altos niveles de zinc en los alimentos para prevenir la enfermedad entérica en los cerdos destetados ha reducido aún más la probabilidad de la enfermedad.

    Los signos clínicos se limitan a lesiones en la piel, aunque en los casos graves puede haber letargo leve, anorexia y retraso del crecimiento; hay escaso prurito, si es que hay algo. Las lesiones son áreas de queratinización excesiva y anormal de la epidermis distribuidas simétricamente, con formación de escamas córneas y fisuras. Las manchas pardas o pápulas aparecen primero en las áreas ventrolaterales del abdomen, la cara interna de los muslos, las cuartillas, los menudillos, los corvejones y regiones de la cola. Estas lesiones se unen hasta ocupar áreas más grandes, de modo que el cuerpo entero puede estar cubierto. La escama es córnea, seca y suele ser fácil de quitar. A veces, la infección secundaria de las grietas y fisuras hace que se llenen con un exudado oscuro, pegajoso y con restos que pueden ser similares a los de la epidermitis exudativa; sin embargo, esta suele aparecer en lechones más jóvenes.

    La sarna sarcóptica crónica y las deficiencias de vitaminas B o yodo deben tenerse en cuenta en el diagnóstico diferencial. Los signos clínicos, los resultados del examen de muestras de biopsia cutánea y la baja concentración sérica de zinc y la disminución de la actividad de la fosfatasa alcalina ayudan a confirmar el diagnóstico.

    Se pueden obtener muy buenos resultados ajustando la ingesta dietética de calcio, zinc o ambos. Las dietas de los cerdos de transición deben contener 0,8-0,85 % de calcio (con fósforo digestible total estandarizado de 0,4-0,45 %) y 100 mg/kg de zinc, asumiendo una ingesta diaria de alimento de 280-500 g. Las dietas de crecimiento deben contener 0,6-0,65 % de calcio y, además, 60 ppm de zinc, mientras que las dietas de finalización deben contener 0,45-0,5 % de calcio y 50 ppm de zinc. Las dietas de las hembras de cría y las de los verracos deben contener un 0,9 % de calcio y 150 ppm de zinc. La corrección de la deficiencia da lugar a una recuperación rápida.