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Toxicosis por estricnina en animales

PorKatherine L. Peterson, DVM, DACVECC, DABT
Última revisión/modificación feb 2022

La estricnina es un pesticida que suele causar intoxicación en animales de compañía y de producción por ingestión accidental o envenenamiento malicioso. El inicio de la intoxicación es rápido y produce agitación, marcha rígida, temblores y convulsiones, que provocan paro respiratorio y la muerte. El diagnóstico se suele establecer mediante los síntomas clínicos consistentes y el análisis del contenido del estómago. El tratamiento tiene como objetivo controlar los temblores y las convulsiones y proporcionar apoyo respiratorio.

La estricnina es un alcaloide indol obtenido de las semillas del árbol Strychnos nux-vomica, originaria de India y el sudeste de Asia. Los cebos que contienen estricnina están prohibidos en algunos países o tienen restricciones estrictas de uso. El granulado o sedimento de los cebos comerciales (por lo general <0,5 %) son a menudo teñidos de rojo o verde. En el pasado, la estricnina se había usado principalmente como plaguicida para el control de ratas, topos, taltuzas y coyotes. La estricnina es muy tóxica para la mayoría de animales domésticos.

La toxicosis por estricnina maliciosa o accidental se produce principalmente en animales pequeños, especialmente perros y ocasionalmente gatos, y raramente en animales de producción. La mayoría de las intoxicaciones se producen cuando las especies que no son objetivo ingieren cebos comerciales. Los perros jóvenes y los machos sexualmente enteros pueden ser más propensos a estar afectados.

Toxicocinética y mecanismo de acción de la toxicosis por estricnina en animales

Absorción

La estricnina se ioniza a pH ácido y se absorbe rápida y completamente en el intestino delgado. También puede absorberse por vía cutánea y a través de las membranas mucosas.

Distribución

Las mayores concentraciones de estricnina en el cuerpo se dan en la sangre, el hígado y los riñones. Tiene un elevado volumen de distribución (13 L/kg).

Metabolismo

La estricnina se metaboliza en el hígado por enzimas microsomales. Tiene una baja unión a proteínas.

Eliminación

La estricnina y sus metabolitos se excretan en la orina. La mayoría de la dosis tóxica se elimina entre las 24-48 h, según la cantidad ingerida y las medidas terapéuticas tomadas.

Mecanismo de acción

La estricnina de forma competitiva y reversible inhibe el neurotransmisor inhibitorio glicina en las zonas postsinápticas neuronales de la médula espinal dorsal y del bulbo raquídeo. Esto conduce a la estimulación refleja sin restricciones de las neuronas motoras afectando a toda la musculatura estriada. Debido a que los músculos extensores son relativamente más potentes que los músculos flexores, aquellos predominan produciendo una rigidez generalizada y convulsiones tónico-clónicas. Se produce la muerte por anoxia y agotamiento.

Dosis letal media

La dosis letal media oral (DL50) de la estricnina es de 0,5-1 mg/kg en perros, bovinos, caballos y cerdos y de 2 mg/kg en gatos.

Hallazgos clínicos de la toxicosis por estricnina en animales

Signos clínicos

El inicio de la intoxicación por estricnina es rápido. Tras una exposición oral, los signos clínicos pueden aparecer en 10-120 min. La presencia de alimento en el estómago puede retrasar el desencadenamiento. Los primeros signos clínicos, que a menudo pueden pasar desapercibidos, consisten en aprensión, nerviosismo, tensión y rigidez. La rigidez extensora hace que el animal adopte una postura de caballete con las patas abiertas y rígidas. El vómito es posible pero infrecuente. Pueden aparecer graves convulsiones tetánicas, espontáneamente o inducidas por estímulos como el contacto, los sonidos o una luz brillante y repentina. La respiración puede detenerse momentáneamente. Durante las convulsiones aparecen periodos intermitentes de relajación que se tornan menos frecuentes a medida que progresa el curso clínico.

Las membranas mucosas se tornan cianóticas y las pupilas se dilatan. Puede haber rabdomiólisis e insuficiencia renal secundaria debido a la actividad muscular prolongada. A menudo en los perros se presenta hipertermia (40 °C-41 °C) debido a la rigidez y las convulsiones. La frecuencia de las convulsiones aumenta y finalmente se produce la muerte secundaria a parálisis respiratoria e hipoxia. Si no se trata, el síndrome completo puede durar solo 1-2 h.

Lesiones post mortem

No hay lesiones características en el examen post mortem, pero, debido a las convulsiones prolongadas antes de la muerte, pueden aparecer hemorragias petequiales del corazón y los pulmones y congestión tisular generalizada por anoxia. Los animales que mueren por intoxicación con estricnina presentan un rápido rigor mortis.

Diagnóstico de la toxicosis por estricnina en animales

  • Síntomas clínicos consistentes de rigidez extensora, temblores y convulsiones

  • Análisis del contenido del estómago para el alcaloide de estricnina

Historial clínico y exploración física

El diagnóstico clínico de la toxicosis por estricnina suele estar basado en una historia clínica de exposición y en los signos clínicos.

Pruebas de laboratorio

Dada la necesidad de un tratamiento rápido y agresivo, los tiempos de respuesta prolongados limitan la utilidad de las pruebas de laboratorio para el diagnóstico clínico. La confirmación del alcaloide de estricnina mediante varios métodos analíticos (p. ej., cromatografía en capa fina, cromatografía líquida de alta resolución, cromatografía de gases y espectrometría de masas) a partir del contenido gástrico, el vómito, el hígado, los riñones o la orina debe considerarse diagnóstica. El contenido del estómago parece ser la muestra más fiable para el diagnóstico, pero se deben recoger y analizar múltiples tipos de muestras si están disponibles. En ocasiones, los animales intoxicados pueden mostrar la presencia de cebo de estricnina rojo o verde no digerido en el estómago.

Diagnóstico diferencial

La intoxicación por estricnina puede parecerse a otras causas de temblores y convulsiones, como el metaldehído, las micotoxinas tremorgénicas (penitrem A o roquefortina), el tétanos, la brometalina, los organoclorados, los organofosforados o los insecticidas carbamatos, el fluoroacetato (1080), el fosfuro de zinc, la nicotina, la 4-aminopiridina, la cafeína, la ingestión de plantas (Taxus spp, Dicentra spp, Cicuta spp, ciertas setas) o medicamentos para humanos (antidepresivos tricíclicos, 5-fluorouracilo, metronidazol, isoniacida). La enfermedad neurológica primaria, la necrosis hepática aguda y masiva (encefalopatía hepática), la hipoglucemia y las enfermedades metabólicas graves también pueden producir signos clínicos similares a los de la intoxicación por estricnina. Se recomienda un hemograma completo y un análisis bioquímico sérico para ayudar a descartar otras causas.

Tratamiento de la toxicosis por estricnina en animales

  • Control de temblores y convulsiones con metocarbamol y anticonvulsivos

  • Soporte respiratorio con oxígeno, intubación y ventilación según sea necesario.

La intoxicación por estricnina es una emergencia y se debe iniciar rápidamente el tratamiento. El tratamiento debe dirigirse a la descontaminación, el control de los temblores y las convulsiones, la prevención de la hipoxia y los cuidados de apoyo. Se deben controlar las convulsiones y estabilizar a los animales sintomáticos antes de intentar la descontaminación.

Antídoto

No existe un antídoto específico para la toxicosis por estricnina.

Descontaminación

La descontaminación consiste en extraer el contenido gástrico por inducción de la emesis o por lavado gástrico y reteniendo con carbón vegetal activado el cebo restante en el tracto GI. Debido a la rápida aparición de signos clínicos, la emesis puede ser de un valor limitado en la mayoría de los casos. Si la exposición es reciente y no hay signos clínicos, se debe inducir la emesis para la descontaminación gástrica. En perros y cerdos, la emesis puede inducirse con peróxido de hidrógeno al 3 % (1-2 mL/kg hasta una dosis máxima de 45 mL, PO, repetida 1 vez después de 15-20 minutos si no se han producido vómitos). La emesis puede inducirse con apomorfina (0,03 mg/kg, IV o 0,04 mg/kg, IM). En los gatos, la emesis puede inducirse con dexmedetomidina (7 mcg/kg, IM o 3,5 mcg/kg, IV). Si la emesis no puede inducirse, se debe realizar lavado gástrico con agua tibia. Los animales deben ser anestesiados primero e introducir un tubo endotraqueal antes del lavado gástrico. Después de la emesis o del lavado gástrico se debería administrar carbón activado (1-2 g/kg, PO, en pequeños animales; 0,5-1 g/kg, PO, en grandes animales) con un catártico.

Control de las convulsiones

Las convulsiones deben controlarse con anticonvulsivos. El pentobarbital se ha recomendado históricamente, pero no está fácilmente disponible, por lo que deben usarse otros anticonvulsivos. Puede usarse fenobarbital (4 mg/kg, IV, cada 20-30 minutos hasta alcanzar una dosis máxima de 20 mg/kg en 24 horas). Otros anticonvulsivos como el diazepam (0,5-2 mg/kg, IV, a efecto o 0,5 mg/kg, por recto) o levetiracetam (30-60 mg/kg, IV) pueden administrarse para el control de las convulsiones, pero pueden tener un éxito variable.

Deben administrarse relajantes musculares como el metocarbamol (55-220 mg/kg, IV, hasta el efecto); la administración debe repetirse según sea necesario o puede usarse una infusión continua. Las dosis totales pueden necesitar exceder la dosis acumulativa máxima recomendada de 330 mg/kg/día. Si se usan dosis elevadas de anticonvulsivantes y metocarbamol, el paciente debe ser monitoizado de cerca para detectar depresión respiratoria.

En grandes animales puede usarse el diazepam, el fenobarbital o la xilacina para controlar las convulsiones. También se puede probar el propofol (3-6 mg/kg, IV, o 0,1-0,6 mg/kg/min como una infusión continua IV) para controlar las convulsiones en perros o gatos. Se puede utilizar la anestesia por inhalación de isoflurano en pequeños animales si las medidas previas para controlar las convulsiones no funcionan.

Cuidados de apoyo

La estimulación externa debe limitarse, ya que puede empeorar los signos clínicos. Los animales gravemente afectados deben intubarse y proporcionarse ventilación manual o mecánica. La acidificación de la orina con cloruro de amonio (100 mg/kg, PO, cada 12 horas) puede ser útil para el bloqueo iónico y para la excreción urinaria del alcaloide. Se deben administrar fluidos intravenosos para la diuresis, para evitar la nefropatía pigmentaria y mantener la perfusión renal normal. El tratamiento de la hipertermia (p. ej., fluidos intravenosos, ventiladores o baños fríos) debe administrarse si es necesario hasta que la temperatura corporal sea <39,7 °C. El equilibrio ácido-base debe controlarse y corregirse según sea necesario si no responde a la fluidoterapia. La mayoría de los casos clínicos requieren tratamiento de 1-3 días.

Otra terapia

Tratamiento de emulsión lipídica intravenosa (0,5-1,5 mL de solución lipídica estéril al 20 %/kg, IV en bolo, seguido de 0,25-0,5 mL/kg/minuto, IV como infusión continua, durante 30-60 minutos; puede repetirse en 6-12 horas) se ha utilizado para tratar la intoxicación por estricnina.

Puntos clave

  • Los animales de compañía a menudo se envenenan por exposición malintencionada o accidental a estricnina.

  • El inicio de los signos clínicos en la intoxicación por estricnina es rápido (<2 horas) y es necesaria una intervención inmediata para la descontaminación y el tratamiento.

  • Los pacientes pueden necesitar cuidados intensivos de apoyo durante 1-3 días.

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