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Ratones y ratas como mascotas

PorJennifer Frohlich, VMD, DACLAM
Última revisión/modificación feb 2021

Las ratas son más comunes como mascotas que los ratones. Ambas especies se usan ampliamente en investigacion. Aunque se ha acumulado una gran cantidad de información sobre ratas y ratones silvestres y de laboratorio, muy poca de esta información se refiere a estos roedores como mascotas.

La prevalencia y el tipo de enfermedades en ratones y ratas que se observan en la clínica son bastante diferentes de los que se dan en un entorno de investigación. El diagnóstico y tratamiento de los ratones y las ratas implica la evaluación y el cuidado de un animal individual de una casa, no el manejo de la salud de los roedores de una colonia de investigación. La mayoría de los problemas en ratones y ratas son dermatopatías, infecciones respiratorias y neoplasias.

Biología

Las ratas macho alcanzan la madurez sexual a las 6-10 semanas; las ratas hembras alcanzan la madurez sexual a las 8-12 semanas. La vida reproductiva de las ratas macho y hembra es de 9-12 meses. La duración del ciclo estral en las ratas hembra es de 4-5 días y el estro dura 10-20 h. Las ratas hembra ovulan ~10-20 óvulos. La gestación dura 21-23 días; la pseudogestación por apareamientos estériles dura 12 días. Las ratas tienen un tamaño medio de camada de 8-18 crías. El destete se produce a los ~21 días.

Tanto los ratones machos como las hembras alcanzan la madurez sexual a las 6-8 semanas y tienen una vida reproductiva de 9 meses. La duración del ciclo estral en las hembras de ratón es de 4-5 días y el estro dura 10-20 h. Las hembras de ratón ovulan ~6-10 óvulos. La gestación dura 19-21 días; la pseugestación por apareamientos estériles dura 12 días. Los ratones tienen un tamaño medio de camada de 5-12 crías. El destete se produce a los ~21 días.

Los ratones machos y las ratas producen una pequeña cantidad de esperma diariamente en la pubertad (p. ej., 40-50 días en una rata). No es hasta los 75-100 días (10-14 semanas) en las ratas que se produce la producción y reserva óptimas de esperma. Los roedores machos muestran una libido constante después de la madurez sexual; por el contrario, las hembras son receptivas a la cópula solo durante el celo. Los machos no pueden fertilizar a las hembras hasta 6-8 semanas después de alcanzar la pubertad.

El promedio de vida de los ratones es de 18-24 meses y de las ratas de 18-36 meses. Restringir las calorías de la dieta sin comprometer la nutrición general da lugar a una mayor esperanza de vida. La obesidad en ratas y ratones domésticos es común, y las mascotas con restricción calórica viven vidas significativamente más largas.

Mantenimiento

Las mejores jaulas están hechas de un material que es fácil de limpiar y desodorizar y es resistente para los roedores que muerden o escarban en las esquinas. El fondo de la jaula puede ser sin rejilla, pero debe ser impermeable y fácil de limpiar. Deben evitarse los suelos de rejilla, porque a las ratas y los ratones se les pueden atrapar sus patas y especialmente las patas traseras en los huecos, provocando fracturas y lesiones.

El lecho de la jaula para animales se describe en función de su uso (p. ej., lecho de contacto, sin contacto y de enriquecimiento) o del material del que está hecho (p. ej., a base de madera [astillas, virutas, peladuras, lana de madera y serrín], a base de papel [algodón y fibra de pulpa, papel reciclado], maíz [cáscaras y mazorcas], celulosa y vermiculita). El objetivo del lecho es mantener a los animales secos y limpios. Los propietarios de mascotas suelen elegir la cama según el costo y la disponibilidad, mientras que los veterinarios de laboratorio eligen la cama según el costo y la capacidad de retención de agua. Algunos sustratos para mascotas contienen limón y clorofila para darle un olor agradable. Este tipo de lecho irrita a los roedores domésticos, y los agentes colorantes pueden manchar el pelaje de las ratas o ratones blancos. Tradicionalmente, los propietarios prefieren el papel y la viruta de madera blanda, como el pino o el álamo temblón, a la paja porque requiere menos cambios de cama. El cedro y otras virutas de madera reducen los problemas de ectoparásitos y tienen un olor agradable. Sin embargo, este tipo de cama no se recomienda, porque emite hidrocarburos aromáticos tóxicos que aumentan la incidencia de cáncer en los animales y causan mortalidad entre los ratones y las crías de rata.

Los propietarios deben combinar los frecuentes cambios de cama con un buen cuidado, como la limpieza regular de la jaula, la baja densidad de animales y la baja temperatura y humedad ambientales. Esto reducirá la acumulación de gases tóxicos o que causan olor, como el amoníaco, porque las bacterias ureasa positivas en las heces actúan para descomponer la urea de la orina. Los acuarios no son jaulas adecuadas para ratas y ratones debido a la inadecuada circulación del aire y la consiguiente acumulación de amoníaco. La temperatura ambiental y la humedad relativa pueden depender del cuidado y del diseño del alojamiento y pueden diferir considerablemente entre la jaula y la habitación. Los factores que contribuyen a la variación de la temperatura y la humedad incluyen el material y la construcción de la jaula, el número de animales por jaula, la frecuencia de los cambios del lecho y el tipo de lecho.

El tamaño y la capacidad de manipulación del material del lecho son los principales determinantes de las elecciones de los ratones y las ratas. Los ratones y las ratas evitan el lecho formado por partículas pequeñas, mientras que prefieren un lecho formado por partículas grandes y fibrosas. Cuando se exponen a diferentes tipos de materiales de anidamiento, como tiras de papel, hojas de maíz, serrín y materiales de madera (virutas, peladuras y astillas), las ratas eligen tiras largas de papel suave. Las ratas también seleccionan nidales opacos o semiopacos frente a los nidos transparentes. Los ratones no muestran preferencia entre el papel y los materiales derivados de la madera, pero muestran una clara preferencia por los materiales que pueden manipular, como pañuelos de papel, cuerdas y materiales de madera (virutas, peladuras y astillas). Muchos ratones combinarán dos materiales de anidación preferidos para hacer nidos complejos. A los ratones no les suelen gustar las jaulas con fondo de rejilla; sin embargo, tanto los ratones machos como las hembras pasarán más tiempo en una jaula de fondo de rejilla con material para anidar, a pesar del suelo de rejilla que por lo general evitan.

En las jaulas ambientalmente enriquecidas con tubos huecos, los ratones no tienen una preferencia grupal abrumadora por la forma, opacidad o apertura de los tubos y prefieren dormir en serrín cuando está disponible. Los ratones dormirán en tubos huecos solo después de que se haya eliminado el serrín; usan tubos cortos y anchos con mayor frecuencia que tubos largos o cortos y estrechos.

Los ratones y ratas se mantienen de manera óptima a temperaturas de 18-26 °C. La humedad relativa también debe controlarse, pero no tan estrechamente como la temperatura. Un rango aceptable de humedad relativa es del 30-70 %. Tanto la regulación de la temperatura como la humedad son importantes para prevenir la "cola anillada" y la exacerbación de la enfermedad respiratoria. La necrosis avascular de la cola, o cola anillada, se produce principalmente en ratas jóvenes en ambientes de baja humedad. El calor y la humedad excesivos causan insolación e indirectamente la descompensación de la enfermedad respiratoria crónica, provocando la muerte.

Los propietarios de ratones y ratas deben revisar las botellas de agua diariamente. Si los ratones se ven privados de agua solo durante un corto periodo de tiempo y experimentan fluctuaciones drásticas en la temperatura circundante, especialmente >37 °C, mueren. Por el contrario, las ratas sanas toleran mejor la falta de agua y las fluctuaciones de temperatura. Pueden vivir 7 días sin agua, a temperaturas de 18-26 °C, aunque pueden perder hasta el 65 % de su peso corporal.

Las asignaciones de espacio mínimas de 148 cm2 se recomiendan para ratas individuales que pesan ≤200 g, y 387 cm2 para ratas que pesen ≥500 g. Para los ratones, se recomiendan asignaciones de espacio mínimas de 38 cm2 para ratones individuales que pesen >25 g. Estas son áreas de superficie pequeñas, y los veterinarios deben recomendar que los propietarios proporcionen un espacio más grande para sus mascotas.

La mayoría de los estudios de enriquecimiento en roedores se centran en modificar el área dentro del recinto más que en el tamaño de un recinto. Sin embargo, las ratas prefieren jaulas más grandes, y los estudios experimentales sugieren que las ratas deben tener un espacio más grande que permita compartir el entorno con hasta otras cuatro ratas.

La altura mínima recomendada de las jaulas debe tener en cuenta las posturas típicas de ratas y ratones. Esto incluye que el animal permanezca completamente erguido sobre sus patas traseras y movimientos verticales como estirarse hacia arriba y posiblemente trepar. Por consiguiente, se recomiendan alturas mínimas de la jaula de 30-38 cm para las ratas y 18-20 cm para los ratones.

El enriquecimiento ambiental es importante tanto para los ratones como para las ratas. Por ejemplo, las hamacas de tela suspendidas son populares entre las ratas, y los ganchos de cortina suspendidos (de plástico o acero inoxidable) encajados entre sí pueden hacer una cadena oscilante. Las ratas usarán más dispositivos de enriquecimiento que los ratones, pero suelen dejar de usarlos después de 3-4 días. La rotación de los juguetes de enriquecimiento y la introducción de nuevos dispositivos despiertan su curiosidad. Las golosinas también son valiosos elementos de enriquecimiento. Estos pueden variar desde golosinas sencillas y económicas, como una porción diaria de cereal para el desayuno, hasta golosinas formuladas nutritivas o sin calorías. Las ratas también adoran el chocolate, que se puede alimentar en pequeñas cantidades sin toxicidad. Los roedores domésticos acostumbrados a la manipulación comerán golosinas de la mano del propietario. Esta rutina diaria puede permitir a los propietarios detectar cambios sutiles en el comportamiento de la mascota. Los roedores enfermos ocultan eficazmente los signos de la enfermedad. Las ratas enfermas no muestran el mismo interés en su tratamiento diario, y esto puede alertar al propietario de la enfermedad cuando todavía es tratable y/o reversible.

El alojamiento de los roedores machos y hembras juntos dará como resultado el apareamiento y las camadas posteriores. Los ratones y las ratas experimentan celo posparto y puede producirse la fertilización. Sin embargo, la implantación de los blastocistos resultantes se retrasa durante la lactación y se produce en el destete, asegurando que la siguiente camada no nazca hasta que la anterior se haya destetado. A menos que los roedores de sexos opuestos alojados juntos estén separados o castrados, es posible tener una nueva camada cada 3-5 semanas.

Las ratas y los ratones son omnívoros y comen alimentos tanto de origen vegetal como animal. En la naturaleza, las ratas y los ratones comen una amplia variedad de semillas, granos y otros materiales vegetales, así como invertebrados, pequeños vertebrados y carroña. Su capacidad para escarbar explica en parte su exitosa colonización de diversas regiones geográficas.

Las dietas granuladas formuladas para roedores de laboratorio son dietas convenientes y nutricionalmente equilibradas para la vida temprana y la reproducción. Sin embargo, las dietas para roedores de laboratorio son relativamente altas en grasa y bajas en fibra, y cuando se administran a voluntad, causan obesidad. Por consiguiente, la cantidad diaria de pienso granulado debe ser limitada. Las dietas formuladas específicamente para roedores de compañía están ya disponibles comercialmente. Los propietarios deben complementar la dieta de su mascota con alimentos ricos en fibra como verduras, cantidades limitadas de fruta y golosinas ocasionales.

La coprofagia es un comportamiento normal en ratas y ratones. Es un comportamiento inherente, porque se observa en roedores libres de gérmenes criados a propósito para la investigación. A diferencia de los conejos, que comen las heces cecales de su ano, los ratones y las ratas comen gránulos fecales en el suelo de su jaula. La cantidad de heces ingeridas varía entre los roedores, su edad y estado fisiológico (p. ej., la coprofagia aumenta durante la gestación) y la dieta administrada. Con una dieta nutricionalmente completa, las ratas ingieren el ~10 % de sus heces. Cuando las ratas se alojan juntas, ingieren las heces de unas y otras. El olor único en una colonia se debe en parte a la ingestión de heces, y el olor del grupo permite distinguir entre miembros y no miembros. Los ratones realizan coprofagia ~6 veces al día. Los ratones en crecimiento muestran una actividad coprófaga vigorosa, ingiriendo 13 gránulos/día. Sin embargo, disminuye gradualmente a 1½ gránulos a los 2 años de edad.

Los propietarios deben albergar diferentes especies de roedores por separado para prevenir la transmisión de enfermedades entre especies. Por ejemplo, las ratas llevan Streptobacillus moniliformis, una causa de septicemia mortal en ratones, como parte de la microbiota bacteriana nasofaríngea normal. Los roedores de la misma especie deben alojarse de tal manera que los animales vulnerables estén protegidos de los miembros más agresivos de su grupo. Esto incluye separar a los animales jóvenes de los mayores. Las hembras de roedores suelen ser compatibles cuando se alojan en la misma jaula, a menos que una hembra haya vivido gran parte de su vida sola. Las ratas macho suelen ser compatibles, especialmente si se crían juntos. Sin embargo, los propietarios nunca deben alojar a ratas macho extrañas en la misma jaula, ya que se pelearán. Los ratones macho suelen pelear si se alojan juntos, a menos que sean compañeros de camada criados juntos sin la presencia de hembras. Los ratones macho se alojan mejor solos o con hembras.

Las ratas son animales sociales, y el acicalamiento es un comportamiento socialmente afiliativo. Las ratas alojadas individualmente pueden desarrollar el síndrome de estrés de la rata aislada si se dejan solas sin contacto humano ni enriquecimiento ambiental. Las ratas criadas en aislamiento experimentarán peleas, lesiones físicas y pérdida de peso cuando se coloquen en una colonia de ratas con experiencia social. Las ratas jóvenes deben alojarse juntas para desarrollar la afiliación social. Las ratas alojadas individualmente no deben juntarse. Se debe aconsejar a los propietarios que fomenten el enriquecimiento y el contacto humano con las ratas de compañía.

Exploración física

La observación del estado de los habitáculos del ratón o la rata proporciona información útil. La información obtenida de un examen físico a menudo es limitada debido al tamaño del ratón o la rata. Se debe anotar el nivel de actividad, el estado del pelo, la postura general en reposo y cualquier secreción sanguinolenta o corporal en la jaula. Si se observa disnea o depresión, se debe tener mucho cuidado al manipular al animal, ya que el estrés de una exploración física puede causar la muerte de un animal gravemente debilitado.

Las ratas y ratones de compañía que se han manipulado con frecuencia y con cuidado solo suelen necesitar una sujeción mínima. Los animales menos cooperativos necesitan sujetarse más firmemente. Un método común para inmovilizar a los ratones es el scruffing, en el que el inmovilizador agarra la nuca del ratón entre el pulgar y el índice mientras mantiene una sujeción en la base de la cola para asegurar al animal. Un método útil de sujeción para manipular ratas para la exploración física es una técnica conocida a veces como "agarre de béisbol" o "agarre en garra" (véase la imagen). El pesaje es esencial para calcular las dosis apropiadas de los medicamentos y proporciona una oportunidad para conocer el temperamento del roedor antes de comenzar la exploración física.

La cabeza, las orejas, los ojos y la nariz deben examinarse en busca de secreciones, y la cavidad oral para valorar la dentición. Se puede observar el tamaño de los nódulos linfáticos y las glándulas de la cabeza y palpar su consistencia. La valoración de la cabeza es probablemente la parte más lenta de la exploración. Se puede palpar el abdomen para comprobar la consistencia y la presencia de masas inusuales. No se debe apretar demasiado a los animales, ya que la palpación excesiva puede provocar una rotura visceral. La región anogenital debe examinarse para detectar secreciones y manchas en el pelaje o la piel. Cuando se levanta a un roedor, suele orinar y defecar. Se debe tener preparada una tira de orina para realizar un análisis de orina inmediato; las heces pueden recogerse en un tubo pequeño y examinarse más tarde. Las extremidades deben palparse en busca de dolor a la palpación o fracturas, prestando especial atención a las patas, observando la longitud de las uñas y el estado de las almohadillas plantares.

La respiración y la frecuencia cardiaca en ratones y ratas son rápidas y, por lo tanto, difíciles de medir. En cambio, se deben observar los síntomas de disnea antes de la manipulación. Algunas infecciones respiratorias, como la micoplasmosis, son clínicamente silentes. Estas enfermedades se pueden oír mejor que ver; los sonidos anormales nasales en las ratas y el rechinar de dientes en los ratones son perceptibles sin un estetoscopio.

La recogida de sangre puede ser difícil en los roedores pequeños, especialmente en los ratones, debido a su pequeño tamaño corporal y vascular. Tanto en ratas como en ratones, se pueden utilizar la vena safena o la vena lateral de la cola para recoger pequeñas cantidades de sangre para frotis sanguíneos, medición de la glucemia, etc. Para recoger grandes cantidades de sangre, se puede utilizar la vena cava craneal; sin embargo, los animales deben estar sedados o anestesiados para lograrlo de forma segura. Otros métodos para recoger muestras más grandes de sangre en ratones, como la punción de la vena facial o la retrobulbar, son útiles pero estéticamente poco atractivas, lo que dificulta su uso en ratones domésticos.

Enfermedades infecciosas

Infecciones bacterianas en ratas y ratones

Las ratas son el hospedador natural de la bacteria Streptobacillus moniliformis. Es un microorganismo comensal de la microbiota nasofaríngea y no causa enfermedad en las ratas. Sin embargo, los individuos mordidos por ratas pueden infectarse con S moniliformis y desarrollar fiebre por mordedura de rata, una enfermedad potencialmente mortal. Los ratones alojados con ratas se infectarán con S moniliformis y desarrollan septicemia mortal caracterizada por poliartritis, linfadenitis cervical, neumonía y esplenomegalia.

La enfermedad respiratoria causada por agentes infecciosos es el problema de salud más común en ratas. Tres patógenos respiratorios principales causan enfermedad clínica manifiesta: Mycoplasma pulmonis, Streptococcus pneumoniae y Corynebacterium kutscheri. Otros microorganismos como el virus de Sendai (un paramixovirus), el virus de la neumonía de los ratones (otro paramixovirus), el virus respiratorio de la rata (un hantavirus), el bacilo respiratorio asociado a los cilios (CAR, por sus siglas en inglés) y las especies de Haemophilus son patógenos respiratorios menores que rara vez causan una enfermedad clínica manifiesta por sí mismos. Sin embargo, los patógenos respiratorios menores interactúan sinérgicamente como copatógenos con los patógenos respiratorios principales para producir dos síndromes clínicos principales: enfermedad respiratoria crónica (ERC) y neumonía bacteriana.

La ERC es la infección respiratoria multifactorial mejor conocida en ratas. M pulmonis es el agente principal de la ERC, y la enfermedad también se conoce como micoplasmosis respiratoria murina. Las ratas con ERC rara vez viven >2 años. Los signos clínicos son muy variables. La infección inicial suele producirse sin ningún signo clínico; los primeros signos afectan tanto a las vías respiratorias superiores como a las inferiores y pueden incluir resoplidos, secreción nasal, polipnea, pérdida de peso, postura encorvada, pelaje erizado, inclinación de la cabeza y lágrimas rojas. La disnea, la manifestación principal, está causada por la ciliostasis, la subsiguiente acumulación de exudado inflamatorio rico en lisozima en las vías aéreas, bronquiectasia y bronquiolectasia por lesión inflamatoria de las membranas bronquiolares. La enfermedad crónica a menudo incluye infección del oído medio (a través de la trompa de Eustaquio).

El tratamiento con antibióticos puede aliviar los síntomas clínicos, pero no elimina la infección. El enrofloxacino (10 mg/kg) y la doxiciclina (5-10 mg/kg) administrados oralmente dos veces al día durante 14 días a menudo alivian los signos clínicos graves. Los broncodilatadores son el tratamiento principal para el componente inflamatorio de la ERC y pueden administrarse oralmente (teofilina, 10 mg/kg, 2 veces al día) o como aerosol (albuterol, salmeterol). Los tratamientos adicionales, como la nebulización diaria con solución salina hipertónica al 7 % para romper la biopelícula de moco en las vías respiratorias y la reducción de los niveles de amoníaco en las jaulas mediante la eliminación diaria de la cama sucia, mejorarán la enfermedad. Para los casos crónicos también puede ser necesaria una terapia de apoyo adicional con analgésicos o nutrición suplementaria. La doxiciclina crónica en dosis bajas (5-10 mg/kg/día, PO) ayuda a prevenir las recidivas agudas. La doxiciclina es bactericida para los microorganismos micoplasmáticos y tiene un efecto inmunomodulador notable sobre la inflamación crónica de las vías respiratorias.

El aspecto más importante de la ERC para los clínicos es que la micoplasmosis respiratoria varía mucho en la expresión de la enfermedad debido a factores ambientales, del hospedador y del microorganismo que influyen en la relación hospedador-patógeno. Algunos ejemplos de estos factores incluyen los niveles de amoníaco dentro de la jaula; la infección concomitante por el virus Sendai, el coronavirus (virus de la sialodacrioadenitis), el virus de la neumonía de los ratones, el virus respiratorio de la rata y/o el bacilo CAR; la sensibilidad genética del hospedador; la virulencia de la cepa de Mycoplasma; y la deficiencia de vitamina A o E. Aunque la ERC rara vez se observa en ratas de laboratorio, la mayoría de las ratas domésticas tienen hasta cierto punto ERC. Un estudio de ratas de criadero para mascotas en el noroeste de EE. UU. mostró que prácticamente todas (95 %) eran positivas para el bacilo CAR y M pulmonis, y aproximadamente la mitad fueron positivas para otros agentes respiratorios virales.

La neumonía bacteriana casi siempre está causada por S pneumoniae, pero rara vez en ausencia de alguna combinación que implique M pulmonis, virus de Sendai o bacilo CAR. Infección con C kutscheri también causa neumonía, pero solo en combinación con debilitamiento o inmunosupresión. En las ratas de compañía, la inmunosupresión puede ser consecuencia de diabetes, neoplasia o deficiencias dietéticas. La neumonía por C kutscheri es rara en las ratas de compañía. La neumonía causada por S pneumoniae puede ser de aparición súbita. Las ratas jóvenes están más gravemente afectadas que las más viejas y, a menudo, el único signo que muestran es la muerte súbita. Las ratas adultas pueden mostrar disnea, sonidos nasales y respiración abdominal. Se puede observar un exudado purulento alrededor de las fosas nasales y en las patas delanteras al limpiarse las fosas nasales. Un diagnóstico presuntivo se basa en la identificación de numerosos diplococos grampositivos en una tinción de Gram del exudado o en una muestra enviada para examen citológico. La bacteriemia grave es una consecuencia importante de la enfermedad avanzada y causa abscesos multiorgánicos e infarto. El tratamiento consiste en la administración de amoxicilina/ácido clavulánico (13,75 mg/kg, PO, dos veces al día) o penicilinas resistentes a la betalactamasa como la cloxacilina, la oxacilina y la dicloxacilina, que pueden administrarse por vía oral o parenteral.

La dermatitis ulcerativa causada por la infección de Staphylococcus aureus se produce por el autotraumatismo asociado con la infestación por ácaros o, más frecuentemente, por el rascado de la piel con una glándula salival inflamada. Las ratas tienen una notable capacidad para resistir la infección con S aureus. El tratamiento consiste en cortar las uñas de las patas traseras, limpiar la piel ulcerada y aplicar un antibiótico tópico. Rara vez es necesario el tratamiento sistémico.

Las dos causas más comunes de enfermedad respiratoria clínica en ratones son el virus de Sendai y la infección por M pulmonis. El virus de Sendai está asociado con una infección respiratoria aguda en la que los ratones muestran rechinar de dientes y dificultad respiratoria leve. Los neonatos y los destetados pueden morir. Los adultos suelen recuperarse en 2 meses. Cuando la expresión de la enfermedad excede este patrón, la causa más probable es una infección concomitante por micoplasma. M pulmonis es la causa de neumonía crónica, rinitis supurativa y, en ocasiones, otitis media. El rechinar de dientes y la disnea están causados por la acumulación de exudado purulento en las fosas nasales inflamadas y engrosadas. Los supervivientes a menudo desarrollan bronconeumonía crónica, bronquiectasias y abscesos pulmonares. La terapia con antibióticos puede aliviar los signos clínicos, pero no eliminan la infección.

Infecciones víricas en ratas y ratones domésticos

Las enfermedades virales de los ratones y las ratas son frecuentes. Sin embargo, la mayoría de las enfermedades son subclínicas e importantes solo en animales de laboratorio, en los que tienen el potencial de tener un efecto significativo en la investigación.

El virus de la sialodacrioadenitis, un coronavirus, causa inflamación y edema de las glándulas salivales cervicales en ratas. Los propietarios de ratas infectadas a menudo describen a sus mascotas como si tuvieran paperas. La infección por el virus de la sialodacrioadenitis es muy contagiosa. Inicialmente causa rinitis seguida de necrosis epitelial e hinchazón inflamatoria de las glándulas salivales y lagrimales. Los nódulos linfáticos cervicales también se agrandan. No hay un tratamiento para la enfermedad. La cicatrización de la glándula se produce en 7-10 días, y los signos clínicos remiten a los 30 días, quedando lesiones residuales mínimas. Durante la inflamación aguda, las ratas afectadas tienen un alto riesgo de mortalidad relacionada con la anestesia debido a la disminución del diámetro de la luz del tracto respiratorio superior. Las lesiones oculares como la conjuntivitis, la queratitis, las úlceras corneales, la sinequia y el hipema pueden desarrollarse de forma secundaria a la disfunción lagrimal. Las lesiones oculares suelen resolverse, pero en ocasiones progresan a queratitis crónica y glaucoma.

Infecciones parasitarias en ratas y ratones

Protozoos

Los endoparásitos son relativamente comunes en los ratones. Sin embargo, solo dos parásitos se encuentran regularmente en el tracto digestivo, los parásitos protozoarios Spironucleus muris y Giardia muris, que se consideran patógenos, aunque no se asocian con signos clínicos en hospedadores inmunocompetentes. El diagnóstico se basa en la demostración de trofozoítos característicos en preparaciones en fresco de contenido intestinal o heces. El tratamiento consiste en metronidazol (10-40 mg/kg/día, PO o solución de agua de bebida al 0,04-0,1 % durante 14 días), pero no elimina completamente la infección.

Nematodos

Los oxiuros son ubicuos y se consideran no patógenos en los ratones. Se encuentran dos con frecuencia en ratones: Syphacia obvelata y Aspicularis tetraptera. Las ratas pueden infestarse con estas dos especies, así como con el oxiuro de la rata Syphacia muris. A menudo, la única indicación de infestación por oxiuros es el prolapso rectal debido al esfuerzo. Para establecer un diagnóstico de infestación por S obvelata o S muris, se puede hacer una impresión con cinta de celo transparente de la piel perianal. Las hembras adultas de Syphacia depositan los huevos alrededor del ano. A tetraptera no deposita sus huevos en esta área, y se requiere un frotis fecal o flotación para confirmar el diagnóstico. La ivermectina (2 mg/kg, PO, administrada 2 veces con un intervalo de 10 días) o el fenbendazol (20 mg/kg, PO, 2 veces al día durante 5 días) eliminan los oxiuros de los ratones.

Ácaros

La mayoría de las causas infecciosas de alopecia y dermatitis en los ratones están asociadas con ácaros del pelaje. Se observa pérdida generalizada del pelo, especialmente en áreas difíciles de acicalar, como la cabeza y el tronco. El pelaje a menudo tiene un aspecto graso y, en casos de infestación intensa, puede aparecer un prurito notable y una ulceración dérmica autoinfligida. Con frecuencia se observan tres ácaros: Myobia musculi, Myocoptes musculinus y Radfordia affinis. M musculi es el ácaro del ratón más significativo clínicamente. Las infestaciones suelen estar causadas por más de una especie. Los ácaros se transmiten por contacto directo con ratones infectados o lecho infestado. El diagnóstico se basa en la identificación de ácaros, ninfas o huevos adultos en los tallos del cabello con el uso de una lupa o un microscopio estereoscópico. Los adultos y las ninfas tienen un aspecto blanco nacarado y alargado; los huevos son ovalados y pueden verse adheridos a la base de los pelos o en el interior de las hembras maduras. Las infestaciones por ácaros se tratan con ivermectina (0,2 mg/kg, SC o PO, dos veces a intervalos de 10 días). Alternativamente, se pueden colocar unas gotas de solución de ivermectina (diluidas a 1:100 en partes iguales de agua y propilenglicol durante tres tratamientos) en la cabeza del ratón para permitir la difusión por aseo e ingestión.

La infestación ectoparásita es menos frecuente en ratas que en ratones. A veces se detecta el ácaro del pelaje Radfordia ensifera. Aunque la infestación por R ensifera produce pocos efectos nocivos, la infestación grave puede conducir a autotraumatismo y dermatitis ulcerativa.

Ornithonyssus bacoti, el ácaro tropical de la rata o ácaro rojo, es un ácaro parásito chupador de sangre que se encuentra principalmente en ratas silvestres como la rata marrón (Rattus norvegicus) o la rata negra (Rattus rattus). Tiene una amplia gama de hospedadores y ocasionalmente infecta a los hámsteres de compañía, a los gerbiles, a las ratas y a los ratones que viven en edificios muy antiguos o cuando las construcciones o las reformas perturban a las colonias de roedores silvestres que habían estado en las instalaciones y actuando como hospedadores. O bacoti puede sobrevivir durante largos periodos en el medio ambiente y viajar distancias considerables en busca de nuevos hospedadores. Si no encuentra un roedor hospedador adecuado, se alimentará de personas. Su nombre común es un nombre inapropiado, porque se encuentra en todo el mundo en climas tropicales y templados.

Los ácaros aparecen blancos antes de alimentarse y se vuelven marrón rojizo después de la ingurgitación. Las infestaciones intensas en los roedores domésticos se asemejan al aserrín fino dentro del pelaje. O bacoti no suele causar signos clínicos en los roedores domésticos, pero las infestaciones graves causan anemia, debilidad, prurito y muerte en los roedores pequeños. Además de provocar molestias, el ácaro es un vector del nematodo filarial de los roedores Litomosoides carinii y un vector potencial de varios patógenos humanos. La mayoría de las infestaciones se producen a finales de la primavera o principios del verano cuando los polluelos abandonan el nido y los ácaros están buscando otra fuente de alimento. El tratamiento del entorno y del animal es esencial porque O bacoti vive principalmente en la cama y solo se adhiere al hospedador para alimentarse. Los animales hospedadores deben tratarse con baños y/o selamectina tópica (15 mg/kg). La jaula de la mascota puede tratarse con insecticidas que son seguros para los roedores, como bolas de algodón impregnadas de permetrina (7,4 % colocadas dentro de la jaula semanalmente durante 6 semanas), fipronil en aerosol o piretroides sintéticos. El último paso para la erradicación de la infestación por O bacoti es eliminar la fuente de O bacoti mediante el manejo apropiado de plagas en el hogar.

Infecciones fúngicas en ratas y ratones

La dermatofitosis es infrecuente en ratones y ratas de compañía. Está causada por Trichophyton mentagrophytes. Las lesiones, cuando están presentes, son más comunes en la cara, cabeza, cuello y cola. Las lesiones tienen un aspecto escamoso, con áreas irregulares de alopecia y grados variables de eritema y costras. El prurito suele ser mínimo o ausente, y las lesiones no presentan fluorescencia bajo la lámpara de Wood. T mentagrophytes puede aislarse del pelaje de ratones clínicamente normales, pero es raro en ratas.

Neoplasias

El tumor subcutáneo más común en ratas es el fibroadenoma de las glándulas mamarias. La distribución del tejido mamario es extensa y los tumores pueden desarrollarse desde el cuello hasta la región inguinal. Los tumores pueden alcanzar 8-10 cm de diámetro y se observan tanto en machos como en hembras. La técnica quirúrgica para la extirpación del tumor es sencilla y se ha descrito que la supervivencia después de la mastectomía es buena si el tumor es benigno. La prevalencia de tumores mamarios, así como la de tumores hipofisarios, es significativamente menor en ratas ovariectomizadas que en ratas enteras. Sin embargo, la recidiva de los fibroadenomas es frecuente en el tejido mamario no afectado y a menudo son necesarias varias cirugías.

Por el contrario, los tumores mamarios en los ratones casi siempre son malignos y a menudo no son susceptibles de extirpación quirúrgica. Los tumores espontáneos más frecuentes asociados con la piel son los adenocarcinomas mamarios, seguidos de los fibrosarcomas. La incidencia de los tumores mamarios varía según la cepa del ratón y la presencia o ausencia de virus de tumores mamarios; la incidencia alcanza el 70 % en algunas cepas. En ratones silvestres y no consanguíneos, la incidencia de fibrosarcomas es del 1-6 %.

Los tumores subcutáneos son casi siempre malignos y a menudo están ulcerados cuando se establece el diagnóstico. Los tumores pueden tratarse mediante escisión quirúrgica, pero la posibilidad de recidiva es alta y el pronóstico es malo.

Se estima que la neoplasia de los tejidos linfoides y hematopoyéticos tiene una prevalencia del 1-2 % en ratones. Estos tumores pueden presentarse como linfoma o leucemia; la presentación más común es la leucemia linfocitaria originada en el timo. Los ratones también son inusuales, ya que los tumores pulmonares se producen con una frecuencia relativamente alta y son principalmente tumores pulmonares primarios, no metastásicos de otra localización.

Trastornos diversos e iatrogénicos

Sobrecrecimiento dental en ratas y ratones

Los problemas dentales se observan con frecuencia en ratones y ratas de compañía debido a la continua erupción de sus dientes. Los incisivos sobrecrecidos se observan con mayor frecuencia en ratas y ratones, en contraste con la maloclusión molar observada en cobayas y chinchillas. El sobrecrecimiento se trata fácilmente con un taladro con disco de diamante que corta los incisivos sobrecrecidos sin dividirlos ni astillarlos, dejando una superficie limpia y lisa. Cortar los dientes con gubias no produce buenos resultados a largo plazo y pueden surgir problemas. El incisivo puede fracturarse longitudinalmente; la fractura puede alcanzar el ápice y causar malestar al animal. Las bacterias pueden entrar en el diente fracturado, seguir hasta el ápice y provocar un absceso apical. La extracción de los incisivos es una alternativa al recorte; sin embargo, este procedimiento es difícil debido a las largas raíces de los incisivos.

Trastornos relacionados con la edad en ratas y ratones

La nefrosis progresiva crónica es una enfermedad común relacionada con la edad en ratas. Los riñones están agrandados, pálidos y tienen una superficie moteada y picada que a menudo contiene quistes puntiformes. Las lesiones consisten en una glomeruloesclerosis progresiva y una enfermedad tubulointersticial diseminada, que afecta principalmente al túbulo contorneado proximal. La proteinuria a menudo es >10 mg/día. La enfermedad se produce antes y es más grave en los machos que en las hembras. Los factores dietéticos parecen tener un papel importante en la progresión de la enfermedad renal. La restricción calórica, la alimentación con dietas bajas en proteína (4-7 %) y la limitación de la fuente de proteína en la dieta reducen la incidencia y la gravedad de la enfermedad. El tratamiento es de soporte.

La necrosis avascular de la cola, o la cola anillada, se observa principalmente en ratas jóvenes y, en ocasiones, en ratones jóvenes, mantenidos en ambientes de baja humedad. Si se diagnostica la cola anillada, el tratamiento consiste en la amputación de la cola por debajo de la constricción anular necrótica.

Enfermedad de la piel en ratones

La mayoría de las enfermedades observadas en los ratones de compañía están asociadas con la piel y representan >25 % de todos los casos. Los trastornos del comportamiento, los problemas relacionados con la cría y las infecciones microbiológicas/parasitarias son relativamente fáciles de diagnosticar y tratar. Sin embargo, muchas enfermedades de la piel caracterizadas por la cronicidad o la ulceración (a menudo secundariamente colonizada por bacterias) se diagnostican como idiopáticas. Este grupo no suele responder al tratamiento, ya sea tópico o sistémico, y los ratones afectados a menudo se eutanasian.

La enfermedad cutánea idiopática se caracteriza por una dermatitis ulcerativa con prurito en los ratones que son negativos a infecciones primarias ectoparasitarias, bacterianas o micóticas. El examen histopatológico y la microscopía inmunofluorescente de cepas endogámicas seleccionadas de ratones han revelado una vasculitis subyacente atribuida a la deposición de inmunocomplejos en los vasos dérmicos. Los factores dietéticos y el metabolismo desregulado de los ácidos grasos se han implicado en el desarrollo de la dermatitis ulcerativa en estos ratones. Esta enfermedad frecuente de los ratones de origen C57BL6 está causada por una vasculitis inmunomediada subyacente, y la gravedad parece estar modulada por el contenido de grasa y vitamina E de la dieta.

Se han probado varias pautas de tratamiento tópico: ciclosporina al 0,2 % en gel de lidocaína al 2 %, ácido hipocloroso tamponado neutro al 0,015 %, pomada antibiótica triple, pomada antibiótica y esteroidea y solución diluida de hipoclorito de sodio al 0,005 %, por mencionar algunas. Los tratamientos sistémicos adicionales incluyen suplementos dietéticos de vitamina E, ibuprofeno y citrato de maropitant. Ninguno de los tratamientos mencionados ha tenido como resultado una tasa de éxito del 100 %. El tratamiento tópico debe combinarse con el recorte regular de las uñas de los pies, especialmente las de los pies traseros, para evitar un daño mayor en la piel ulcerada.

El mordisqueo del pelo y las peleas son manifestaciones del dominio social, una forma de comportamiento relacionada con el rango social y el estado de dominio de un ratón individual en un grupo. El acicalado del pelo es una afección única que se observa en ratones alojados en grupo, en los que el ratón dominante mordisquea los bigotes y el pelo alrededor del hocico, los ojos u otras partes del cuerpo de los compañeros de jaula. No hay otras lesiones y solo un ratón, el individuo dominante, conserva todo su pelaje. La eliminación del ratón dominante detiene este problema; sin embargo, otro ratón asume el papel dominante. El mordisqueo del pelo se observa a menudo en ratones hembra enjauladas juntas. Los ratones machos, excepto los compañeros de camada criados juntos desde el nacimiento, son más propensos a pelearse, a menudo de forma muy violenta, y se infligen graves mordeduras entre ellos, especialmente en la grupa, la cola y los hombros.

La abrasión mecánica resultante del autotraumatismo con los accesorios de la jaula es una forma de alopecia relacionada con el manejo. Aparecen pequeñas manchas de alopecia en las superficies laterales del hocico. Son el resultado de rozaduras en comederos metálicos, aberturas de bebederos mal construidas y tapas de jaulas metálicas. A diferencia del mordisqueo del pelo, la dermatitis también puede estar asociada con la alopecia. El tratamiento consiste en la sustitución del equipo mal construido. Los ratones alojados individualmente pueden mostrar un comportamiento estereotípico aberrante, como la polidipsia y la masticación de los barrotes, que produce abrasión mecánica y alopecia. En estos casos de un ratón aislado, la sustitución de los accesorios de la jaula no ayuda. En su lugar, se deben proporcionar enriquecimiento ambiental, como ruedas para correr o tubos huecos. Los ratones lactando a menudo tienen alopecia ventral abdominal y torácica; esto es normal y casi siempre se asocia con la distribución extensa de las glándulas mamarias.

A veces, un ratón de compañía presenta signos clínicos de infestación por ácaros, pero sin evidencia de ácaros o antecedentes conocidos de exposición reciente a otros animales. Las muestras de biopsia pueden ser útiles en estos casos para distinguir la acariasis activa de la hipersensibilidad dérmica a los ácaros u otros alérgenos, como el lecho de viruta de madera. La hipersensibilidad dérmica está bien descrita en ciertas cepas consanguíneas de ratones y se caracteriza por prurito intenso, la presencia de caspa fina en todo el cuerpo y en ocasiones dermatitis ulcerativa.

Las tumefacciones cutáneas en los ratones suelen ser tumores o abscesos. La biopsia con aguja a menudo revela la naturaleza del contenido y permite el diagnóstico. Tres patógenos oportunistas, Staphylococcus aureus, Pasteurella pneumotropica y Streptococcus pyogenes, se aíslan con frecuencia y pueden causar abscesos en otros órganos. El tratamiento antibiótico con penicilinas o cefalosporinas, junto con el drenaje y el desbridamiento del absceso, es eficaz.

Cromodacriorrea en ratas

Las glándulas de Harder de las ratas están localizadas detrás de los ojos y secretan porfirinas que se incrementan en respuesta al estrés y la enfermedad, coloreando las lágrimas de rojo. Cuando el líquido lagrimal enriquecido con porfirina se seca alrededor de los ojos y las fosas nasales externas, se asemeja a costras de sangre. Los propietarios a menudo describen a sus ratas con hemorragias en los ojos y la nariz. Las porfirinas se pueden diferenciar fácilmente de la sangre con una lámpara de Wood, porque emiten fluorescencia bajo luz ultravioleta. Aunque la cromodacriorrea no es patológica, es una consecuencia del estrés de inicio agudo, como el causado por el dolor, la enfermedad o la sujeción. Por lo general, indica una enfermedad crónica subyacente.

Riesgos zoonóticos

A medida que las ratas se han vuelto populares como mascotas, los niños ahora representan >50 % de los casos de fiebre por mordedura de rata (FMR) en EE. UU. El 14 % de los casos de FMR en niños implicaron la exposición a una rata en la escuela. La FMR se manifiesta como bacteriemia y septicemia caracterizadas por fiebre, escalofríos, mialgia, artralgia, cefalea y vómitos. Se desarrolla una erupción petequial en las extremidades, en particular en las palmas de las manos y las plantas de los pies, pero a veces está presente en todo el cuerpo. El periodo de incubación es de 3-10 días (promedio de 5 días). Los bebés y los niños pueden experimentar diarrea severa que de como resultado pérdida de peso. La mortalidad se produce en el 7-13 % de los pacientes no tratados. Después de la infección, se desarrolla una poliartritis en el 50-70 % de los pacientes. El pronóstico es bueno con el tratamiento con penicilina parenteral al inicio de la enfermedad. Las muertes están asociadas con la notificación tardía o el reconocimiento tardío de la enfermedad. La presentación inicial inespecífica combinada con dificultades en el cultivo de Streptococcus moniliformis puede dar lugar a un riesgo significativo de retraso o fracaso en el diagnóstico. Las ratas no se recomiendan como mascotas para los niños. Los adultos con ratas como mascota deben lavarse las manos con regularidad y evitar el contacto de las manos al manipular las ratas o al limpiar sus jaulas.

Hay descripciones esporádicas pero persistentes de casos de dermatitis por Ornithonyssus bacoti con origen en roedores de compañía que se manifiesta como una erupción papular eritematosa. A menudo se excoria debido al intenso prurito. En ocasiones se observan vesículas, placas urticantes, eritema difuso o hemorragia. Las áreas afectadas de la piel son las que suelen estar cubiertas por la ropa (como los brazos y el tronco), con la cara y las membranas interdigitales por lo general intactas. Hay evidencia considerable de que O bacoti portan y tienen el potencial de transmitir varios patógenos humanos. Los experimentos han demostrado que O bacoti transmite Rickettsia akari (viruela rickettsial), Yersinia pestis (peste), virus de Coxsackie, Francisella tularensis (tularemia) y Trypanosoma cruzi (enfermedad de Chagas). Los investigadores también han documentado especímenes de O bacoti con Coxiella burnetii (fiebre Q), hantavirus, Borrelia spp (enfermedad de Lyme), Bartonella spp y Rickettsia spp.

Los ratones son portadores inaparentes de dermatofitos, y los ratones domésticos son un riesgo zoonótico para sus propietarios, especialmente los niños.

Para más información

  • Consulte también la información para propietarios sobre los ratones y las ratas.