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Descripción general de las enfermedades respiratorias de las ovejas y las cabras

Última revisión/modificación sept 2022

Enfermedades de las vías respiratorias superiores de ovejas y cabras

Las enfermedades de las vías respiratorias superiores de ovejas y cabras incluyen sinusitis, cuerpos extraños nasales, tumores nasales y trastornos faríngeos y laríngeos. Los signos clínicos asociados a la sinusitis pueden ser una secreción nasal unilateral o bilateral de serosa a mucopurulenta, disminución o falta de flujo de aire a través de una o ambas fosas nasales, toses, estornudos y dificultad respiratoria de leve a grave. Los tipos de neoplasias nasales descritos son los adenopapilomas (pólipos nasales), adenomas, adenocarcinomas, linfosarcomas (cabras) y carcinomas de células escamosas (ovejas).

Los tumores nasales enzoóticos se deben a un retrovirus exógeno conocido como virus del tumor nasal enzoótico (ENTV); específicamente, el virus del adenocarcinoma nasal ovino (VANO) o el virus del adenocarcinoma nasal caprino (VNAC). El virus está relacionado con el retrovirus jaagsiekte de la oveja (JSRV), que causa el adenocarcinoma pulmonar ovino. Puede transmitirse experimentalmente por homogeneizados tumorales, lo que explicaría la difusión generalizada de esta afección en algunas explotaciones. Los tumores nasales enzoóticos suelen afectar a animales maduros (2-4 años de edad); sin embargo, se han descrito en animales de hasta 4 meses de edad. Las lesiones pueden ser unilaterales o bilaterales, y dar lugar a una descarga nasal serosa, mucoide o mucopurulenta. Los tumores unilaterales avanzados pueden causar una desviación del tabique nasal, lo que provoca una descarga nasal bilateral.

Los animales afectados desarrollan signos progresivos de disnea inspiratoria, que incluyen respiración con boca abierta, disminución del flujo de aire en las fosas nasales, obnubilación a la percusión sobre los cornetes, estornudos y sacudidas de la cabeza. Además, la compresión de la laringe por aumento de tamaño de los ganglios linfáticos retrofaríngeos asociados a abscesos de la cabeza puede producir estridor. Con el avance del crecimiento del tumor, pueden aparecer exoftalmos y deformidad facial. La diseminación metastásica es poco frecuente. El pronóstico depende del tipo de tumor, el estado del animal y la extensión de la lesión. En la mayoría de las situaciones comerciales, el animal se sacrifica por razones económicas y de bienestar animal; la extirpación quirúrgica de un tumor no invasivo rara vez se realiza.

Los problemas más frecuentes asociados a la faringe son el traumatismo y la formación de abscesos. Los traumatismos faríngeos suelen deberse al uso agresivo excesivo del equipo para administrar bolos o soluciones orales, o para desparasitar. Las lesiones pueden producir abscesos discretos o extensos y celulitis difusa, que pueden afectar a la deglución y provocar dificultad respiratoria o distrés. Las bacterias normalmente aisladas tras un traumatismo faríngeo incluyen Trueperella, Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica y Fusobacterium necrophorum.

La condritis laríngea es una enfermedad obstructiva del tracto respiratorio superior caracterizada por una disnea grave Es más frecuente en carneros de razas de carne y machos de 18-24 meses de edad. La aparición aguda de dificultad respiratoria grave con esfuerzo inspiratorio notable y estertores está causada por el edema de los cartílagos aritenoides de la laringe, lo que produce un estrechamiento de la luz. Los animales afectados permanecen en estación con el cuello extendido, la cabeza gacha, las fosas nasales dilatadas y la boca abierta; son reacios a moverse debido a la disnea.

La identificación tardía o la duración inadecuada del tratamiento antimicrobiano pueden dar lugar a la formación de abscesos dentro de los cartílagos aritenoides. El diagnóstico puede establecerse mediante evaluación endoscópica; sin embargo, la radiografía y la ecografía pueden revelar abscesos o calcificación de los cartílagos afectados. Los animales disneicos pueden tratarse con una traqueostomía temporal, antiinflamatorios y tratamiento antimicrobiano prolongado. Se ha descrito la traqueostomía permanente y la resección de los cartílagos afectados; sin embargo, la respuesta al tratamiento varía y el pronóstico es de reservado a favorable.

Enfermedades de las vías respiratorias inferiores de ovejas y cabras

El problema más común asociado a la vía respiratoria inferior en pequeños rumiantes es la neumonía. La neumonía puede ser vírica, bacteriana o parasitaria, y el curso clínico puede ser agudo, crónico o progresivo.

Los virus asociados con la neumonía aguda comprenden el de la parainfluenza de tipo 3 (PI-3), el adenovirus y el virus respiratorio sincitial. Estas neumonías virales a menudo afectan a los corderos y cabritos.

El PI-3 es un virus de ARN con envoltura (familia Paramyxoviridae) que induce una neumonía intersticial leve. Los signos clínicos pueden incluir tos, secreción serosa nasal u ocular, fiebre (40-41 °C) y un aumento de la frecuencia respiratoria. El único serotipo de PI-3 que se ha identificado en ovejas es distinto del serotipo de PI-3 bovino. La infección por este virus puede confirmarse mediante su aislamiento a partir de hisopos nasales de los animales afectados, o mediante la comparación de las concentraciones de anticuerpos séricos agudos y convalecientes. El tratamiento no suele estar justificado en animales levemente afectados. En los animales gravemente afectados en los que se sospechan patógenos secundarios, se recomienda la terapia antimicrobiana empleando fármacos con eficacia contra los microorganismos más probables, como P multocida, M haemolytica y Mycoplasma spp. Ninguna vacuna PI-3 está diseñada específicamente para su uso en pequeños rumiantes.

La neumonía vírica crónica y progresiva es más frecuente en adultos. Una forma es la neumonía retroviral intersticial progresiva: en ovejas, neumonía progresiva, o Maedi; en cabras, neumonía inducida por el virus de la encefalitis y artritis caprina (véase Artritis y encefalitis caprina). Otra forma es la adenomatosis pulmonar ovina, o adenocarcinoma pulmonar ovino, también conocido como jaagsiekte, o tumor pulmonar infeccioso de las ovejas y, con poca frecuencia, de las cabras.

Los cambios proliferantes, progresivos y crónicos en el pulmón se suelen asociar con los lentivirus (familia Retroviridae) o las denominadas infecciones por virus lentos. Tanto en la neumonía progresiva como en el adenocarcinoma pulmonar, todo el pulmón puede cambiar en un proceso gradual de proliferación celular anormal. En los animales afectados, la pérdida de tejido pulmonar funcional produce disnea progresiva, anorexia y pérdida de peso.

M haemolytica, P multocida, Bibersteinia trehalosi, Mycoplasma spp, Chlamydia pneumoniae y Salmonella spp se asocian con bronconeumonía primaria o secundaria en ovejas y cabras. Tanto P multocida como M haemolytica se pueden aislar del tracto respiratorio superior de ovejas y cabras sanas.

No se conocen todos los factores predisponentes de la enfermedad aguda pulmonar, pero las infecciones virales agudas en una población sensible pueden alterar los mecanismos protectores de las vías respiratorias, de forma que bacterias pueden invadir el tejido pulmonar, multiplicándose y causando una enfermedad grave. Una infección inicial con el virus PI-3 puede predisponer a una infección con Mannheimia haemolytica. Mycoplasma ovipneumoniae por sí solo puede causar una bronconeumonía leve; sin embargo, a menudo se aísla junto con M haemolytica de las ovejas y cabras con neumonía grave, lo cual sugiere que Mycoplasma puede predisponer al pulmón a la invasión por M haemolytica. Además, la introducción de nuevos animales, el agrupamiento de gran densidad de animales, la escasa ventilación y un cambio repentino a un nivel alto de nutrición pueden ser factores de estrés que predisponen al animal a desarrollar neumonía.

La linfadenitis caseosa causada por Corynebacterium pseudotuberculosis puede producir abscesos de los pulmones y ganglios mediastínicos. Esto puede provocar una debilitación progresiva de las ovejas y cabras con o sin signos obvios de enfermedad respiratoria.

Las neumonías parasitarias o verminosas de las ovejas y cabras están causadas más frecuentemente por las infecciones por Dictyocaulus filaria, Muellerius capillaris o Protostrongylus rufescens. (Véase también Descripción general de la infección por nematodos pulmonares.) En contraste con las neumonías víricas y bacterianas agudas, que dan lugar a una bronconeumonía craneoventral, la neumonía verminosa afecta a los márgenes de los lóbulos pulmonares caudales. Dictyocaulus tiene un ciclo biológico directo, mientras que Protostrongylus y Muellerius tienen ciclos biológicos indirectos y dependen de una variedad de caracoles y babosas como hospedadores intermediarios. Las formas adultas de Dictyocaulus y Protostrongylus viven en los bronquios, pero rara vez causan signos clínicos. La forma adulta de Muellerius vive en los alvéolos y el tejido del parénquima pulmonar, y está considerado el menos patógeno de los tres gusanos pulmonares. Muellerius parece causar más problemas en las cabras que en las ovejas.

El diagnóstico de la infestación por vermes pulmonares exige realizar la prueba de Baermann de materia fecal (véase también Diagnóstico de los parásitos internos en pequeños animales). El tratamiento de la infestación por vermes pulmonares rara vez está indicado; sin embargo, es probable que las ovejas con estas infestaciones también sean portadoras de otros nematodos que causan gastroenteritis parasitaria y limitan la producción.