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Enfermedades y síndromes de los petauros del azúcar

PorLaurie Hess, DVM, DABVP
Última revisión/modificación oct 2019

Enfermedades bacterianas en los petauros del azúcar

Los petauros pueden ser sensibles a la infección por bacterias comunes como Pasteurella multocida (frecuentemente transmitida por conejos mascota), Staphylococcus, StreptococcusMycobacterium sp (especialmente en la piel), Klebsiella sp y Clostridium. Los signos clínicos son inespecíficos. La depresión, la pérdida de apetito y la pérdida de peso son los signos detectados con más facilidad. Las infecciones bacterianas en petauros pueden presentarse como infecciones cutáneas oportunistas secundarias a traumatismos o pueden dar lugar a una sepsis por otras enfermedades primarias subyacentes. Aunque los petauros son fermentadores del intestino grueso, el tratamiento antibiótico de amplio espectro es bien tolerado, probablemente porque las dietas en cautividad son digeribles sin fermentación. La penicilina inyectable, de acción prolongada, con ácido clavulánico es un antibiótico de primera elección. Esta especie también tolera el cloranfenicol y el enrofloxacino, por lo que se pueden utilizar si lo indican el antibiograma o por la falta de respuesta al tratamiento de primera elección. Las inyecciones se pueden administrar IM en la músculos epaxiales o SC sobre los hombros. Los medicamentos orales palatables también se pueden administrar en esta especie.

Enfermedad protozoaria en los petauros del azúcar

La toxoplasmosis es una enfermedad común y grave en los marsupiales, que se suele presentar con signos neurológicos. Los petauros se pueden infectar con los ooquistes de toxoplasma presentes en las heces de los gatos. Se debe tener cuidado para evitar que las heces de los gatos entren en contacto con la cama o la comida de los petauros. La profilaxis es más efectiva que el tratamiento. La coccidiosis también puede causar diarrea grave, a veces mortal, en petauros jóvenes. Se pueden infectar por transmisión fecal-oral desde otras especies.

Enfermedades parasitarias en los petauros del azúcar

Los parásitos internos con muy poca frecuencia causan enfermedad en petauros en cautividad, aunque la giardiasis y la criptosporidiosis se han descrito en esta especie en cautividad. Los huevos de estrongílidos también se han detectado por flotación. Los parásitos internos descritos con capacidad para infestar a petauros incluyen a nematodos del género Parastrongyloides y Paraustrostrongylus y un trematodo hepático del género Athesmia. Los nidos de los petauros del azúcar silvestres suelen contener una gama de ácaros y pulgas específicos, aunque los ectoparásitos no son frecuentes en cautividad. El espolvoreado con piretrina o polvo de carbarilo (50 g/kg) ha sido eficaz para controlar pulgas y ácaros. Se debe tratar tanto el nido como el animal. La selamectina también se ha utilizado para tratar ectoparásitos en petauros del azúcar. La ivermectina y el fenbendazol se han utilizado para tratar los parásitos gastrointestinales.

Osteodistrofia nutricional en los petauros del azúcar

Los petauros del azúcar mascotas alimentados con una dieta principalmente fructívora y con muy pocos insectos u otras fuentes de proteína son muy sensibles a la osteodistrofia nutricional (hiperparatiroidismo secundario nutricional). Esta afección es el resultado de un desequilibrio en la dieta de calcio, fósforo y vitamina D y se manifiesta clínicamente como una paresia posterior que progresa a parálisis de las extremidades posteriores, temblores musculares, fracturas óseas patológicas y, a veces, en casos avanzados, convulsiones. La desnutrición crónica puede conducir a un aumento de los valores hepáticos y renales, hipoproteinemia y anemia. La radiografía revela osteoporosis de la columna vertebral, la pelvis y los huesos largos en particular. La medición del calcio sanguíneo ionizado suele indicar un nivel bajo de calcio ionizado. El tratamiento implica reposo absoluto, la administración de calcio, vitamina D3, fluidos, alimentación asistida y la corrección de la dieta. Los petauros con convulsiones deben recibir diazepam para detenerlas. La vía ideal para administrarlo es la IV, pero si no es posible, se puede administrar por vía IM, intraósea o intrarrectal. En los petauros gravemente afectados, se puede administrar calcitonina para disminuir la resorción del calcio óseo, una vez que la suplementación con calcio haya normalizado los niveles de calcio plasmático. Las deformidades esqueléticas graves (especialmente espinales) pueden no ser reversibles.

Enfermedad dental en los petauros del azúcar

A diferencia de los dientes de los roedores, los dientes de los petauros no crecen continuamente ni requieren limado. Sin embargo, debido a la frecuencia con la que se observan la gingivitis y los abscesos dentales en los petauros, se recomienda realizar la limpieza y la retirada de sarro como medidas profilácticas.

Los petauros que consumen grandes cantidades de alimentos blandos y azucarados son propensos a la acumulación de sarro y a la enfermedad periodontal. El sarro puede desprenderse bajo anestesia. La enfermedad periodontal avanzada o la fractura traumática del diente pueden dar lugar a caries y raíces expuestas y, en casos graves, abscesos de la raíz del diente, osteomielitis de la mandíbula o maxila y en ocasiones la extensión del absceso hacia el espacio retrobulbar. La radiografías, la TC y la exploración oral con endoscopia son útiles para delimitar la extensión de la enfermedad.

Los dientes fracturados y con caries deben extraerse y los abscesos de la raíz del diente deben desbridarse y cultivarse (tanto aerobios como anaerobios). Los bloqueos locales de lidocaína pueden ayudar a la extirpación quirúrgica de los dientes infectados. Se debe tener cuidado al extraer los dientes incisivos afectados para no causar una fractura sinfisaria mandibular. Los animales afectados deben tratarse con antibióticos, analgésicos, AINE y enjuagues bucales antisépticos (ya sea para gatos y perros o con sabor a fruta para niños). Después de la cirugía, puede ser necesario modificar la dieta para proporcionar alimentos más suaves y fáciles de masticar. Los animales afectados que no comen en el posoperatorio deben alimentarse con una jeringa hasta que coman por sí mismos.

Diarrea en petauros del azúcar

Las causas potenciales de diarrea en los petauros del azúcar incluyen:

  • La infección bacteriana por Escherichia coli, Clostridium sp y otros.

  • Parásitos gastrointestinales.

  • Malnutrición.

  • Estrés.

  • Enfermedad metabólica, como trastornos hepáticos o renales.

Los petauros del azúcar con diarrea deben tener un examen coprológico para detectar posibles parásitos, cultivo bacteriano fecal y tinción de Gram, analítica sanguínea (hemograma completo y panel bioquímico) y posiblemente radiografías. Según sea la causa, los petauros con diarrea deben recibir tratamientos de soporte con fluidos, alimentación suplementaria y tratamiento farmacológico. El prolapso rectal y cloacal puede producirse secundariamente a la diarrea y al esfuerzo. Es más frecuente en animales desnutridos. El tejido prolapsado se debe limpiar, examinar en busca de áreas necróticas (que se deben extirpar) y recolocar bajo anestesia. La sutura de punto colchonero vertical puede colocarse junto al ano para prevenir la recidiva. Además, el petauro debe recibir analgésicos posoperatorios, antibióticos y AINE.

Trastornos de la bolsa en los petauros del azúcar

En ocasiones, se puede producir el prolapso del marsupio. Se suele producir de forma secundaria a la infección del marsupio con levaduras o bacterias, como consecuencia de una mastitis o de un aseo excesivo. Para identificar la causa y establecer el tratamiento adecuado, se debe realizar el cultivo, el antibiograma y una citología del exudado del marsupio. El marsupio se debe limpiar suavemente con una solución de clorhexidina diluida con agua tibia, invertirlo y colocarlo en su posición anatómica normal. Se deben colocar suturas temporales hasta que la infección y la inflamación hayan remitido. La mejora en la higiene ambiental puede estar justificada para reducir la posibilidad de infección y también para disminuir el estrés conductual al eliminar el hacinamiento o separar a los compañeros de jaula incompatibles.

Trastornos del tracto urinario en los petauros del azúcar

Los petauros del azúcar pueden desarrollar cistitis, cristaluria y urolitiasis. Pueden mostrar hematuria, estranguria y disuria. Los petauros afectados deben someterse a un análisis de orina, un cultivo de orina y un antibiograma y deben estar adecuadamente hidratados. El tratamiento antibiótico se debe basar en los resultados del antibiograma. La cistotomía puede ser necesaria para extraer los urolitos. Los petauros machos pueden padecer una obstrucción de las vías urinarias por urolitos y requieren uretrostomía si la cistocentesis y el lavado de la uretra distal no alivian la obstrucción. Estos petauros deben recibir analgésicos, antibióticos, fluidos y AINE. Los petauros del azúcar con insuficiencia renal pueden mostrar debilidad, poliuria y polidipsia. Deben recibir el tratamiento establecido para la enfermedad renal en otros mamíferos.

A un macho adulto se le diagnosticó hidronefrosis bilateral e hidrouréter secundarios a la obstrucción funcional del tracto urinario por inflamación/hiperplasia de la vejiga urinaria y del epitelio ureteral de causa desconocida.

Impactación de la glándula paracloacal en los petauros del azúcar

Ambos sexos tienen glándulas paracloacales (similares a las glándulas anales en los mamíferos) que pueden infectarse o impactarse. La manifestación de las glándulas impactadas puede producir una descarga mucoide espesa que debe cultivarse para orientar el tratamiento antibiótico adecuado. Se deben extirpar las glándulas infectadas o impactadas de forma crónica o si lo hacen de forma recurrente. La lidocaína se inyecta en la piel de cada glándula, donde se realiza una única incisión cutánea. Cada glándula se diseca para separarla del tejido conectivo circundante y luego se extrae sin romperla. Los vasos sanguíneos asociados pueden ligarse con sutura absorbible o por cauterización. Las incisiones se cierran con una sola sutura absorbible en un patrón subcuticular, con o sin pegamento tisular.

Enfermedad neurológica en los petauros del azúcar

Las causas de los signos neurológicos en los petauros del azúcar mascotas incluyen hiperparatiroidismo nutricional secundario, meningitis bacteriana, toxoplasmosis, lesión cerebral traumática, otitis media/interna, encefalitis por migración aberrante del SNC de Baylisascaris procyonis y encefalomalacia por hipovitaminosis E. Los petauros que muestran signos neurológicos deben someterse a un examen completo, que incluya una analítica sanguínea (hemograma completo y bioquímica), análisis coprológicos para detectar parásitos, radiografías, TC y, si está indicado, un análisis del LCR. El pronóstico en muchos de estos casos es desfavorable.

Neoplasia en petauros del azúcar

Los petauros geriátricos son propensos a la enfermedad neoplásica. Los tumores hepatocelulares y las neoplasias linfoides son frecuentes, al igual que el adenocarcinoma de la glándula mamaria. También se han descrito melanoma cutáneo, tumores de las glándulas olfativas, carcinoma broncogénico y condrosarcoma de la mandíbula. El carcinoma hepatocelular se ha descrito simultáneamente con el carcinoma adrenocortical en una hembra de 15 años de edad. Se diagnosticó hemangiosarcoma dérmico en el margen del patagio en una hembra de 11 años de edad. Un carcinoma de tejido blando asociado con un implante de microchip se describió en un petauro caoba (Petaurus gracilis). Un tumor maligno de células intersticiales testiculares en un petauro caoba se trató con una castración unilateral. Se observó un carcinoma de células de transición con diferenciación escamosa pericloacal en un macho de 10 años de edad. El carcinoma de la glándula paracloacal se diagnosticó en un macho de petauro del azúcar que se automutilaba en su región cloacal. Se detectó en un petauro hembra de 9 años un adenocarcinoma mamario que metastatizaba a los nódulos linfáticos sublumbares, axilares y del marsupio e incluso a los pulmones.

Trastornos diversos en los petauros del azúcar

Los petauros del azúcar pueden desarrollar cardiomiopatía/miocarditis, cataratas en ejemplares juveniles (posiblemente asociadas a dietas desequilibradas, hiperglucemia e hipovitaminosis A), cloacitis/vaginitis en hembras, irregularidad de los márgenes de las orejas/formación de costras en las orejas por infecciones por ácaros del oído y abscesos retrobulbares asociados con heridas por mordeduras faciales en machos competidores. La dilatación gástrica y el vólvulo por causas desconocidas también pueden darse en los petauros que padecen distensión abdominal aguda. Estos síndromes se tratan con medicación y cirugía, cuando esté indicado, de forma similar a otros mamíferos con estas afecciones. Además, en la necropsia de seis petauros adultos con letargo, taquipnea y disnea se observó hialinosis pulmonar, similar a las lesiones descritas post mortem en los pulmones de perros viejos.

Comportamiento de los petauros del azúcar

Los petauros del azúcar silvestres viven en colonias y son muy sociales. Por esta razón, se deben mantener en cautividad en grupos de dos o más individuos. Les encanta meterse en los bolsillos o bolsas, donde se sienten seguros y más relajados. Los problemas de comportamiento pueden suceder en petauros alojados solos, con parejas incompatibles o en jaulas inapropiadas. Cuando se alojan solos pueden automutilarse el pelo y la piel, desarrollar comportamientos estereotipados o volverse agresivos por no tener suficiente estimulación social, si no se les proporciona un nido o bolsa en la que esconderse o por no tener suficiente espacio para hacer ejercicio. La ansiedad puede manifestarse con exceso de acicalado con pérdida de pelo, especialmente en la base de la cola. La anorexia, la polifagia, la polidipsia, la coprofagia, el canibalismo y el paseo incesante también se observan en petauros con estrés.

Los petauros del azúcar macho sexualmente maduros sin contacto con hembras pueden automutilarse la base de la cola, las extremidades, el escroto, el pene o el perineo. Pueden padecer parafimosis, en la que el pene permanece extruido de la cloaca y se puede traumatizar y desvitalizar, lo que requiere la amputación. Para permitir la curación, estos petauros deben recibir analgésicos, antibióticos y posiblemente antidepresivos, además de un collar isabelino. Al menos 2 horas por día y preferiblemente por la noche, cuando están despiertos, deben pasar tiempo con otros petauros mascota para que sociabilicen adecuadamente.

Zoonosis en los petauros del azúcar

Las enfermedades que pueden infectar a los petauros como salmonelosis, giardiasis, leptospirosis, clostridiosis y toxoplasmosis, son potencialmente zoonóticas. Los petauros se manipulan mejor envueltos en una toalla pequeña, porque pueden morder y arañar, y aunque son pequeños, sus incisivos inferiores, que están diseñados para atravesar la corteza de los árboles, pueden causar un daño significativo. Las mordeduras y los arañazos pueden evitarse mediante un manejo suave y una socialización adecuada. Todas las descargas oculares, nasales, GI y genitourinarias deben tratarse como potencialmente infecciosas.

Puntos clave

  • Los petauros del azúcar tienen necesidades nutricionales específicas que los predisponen al desarrollo de deficiencias nutricionales en cautividad.

  • Muchos de los procedimientos quirúrgicos, como la esterilización, la castración y la cirugía dental, se pueden realizar en los petauros del azúcar como en los mamíferos, pero deben modificarse de acuerdo con sus características anatómicas únicas.

  • Los petauros del azúcar tienden a automutilarse en el posoperatorio, por lo que se recomiendan las incisiones subcuticulares y el pegamento cutáneo.

  • Los petauros del azúcar son propensos a muchas enfermedades infecciosas y neoplásicas descritas en los mamíferos, incluidos los abscesos dentales, la toxoplasmosis y el carcinoma hepatocelular.

Para más información

Consulte también la información para propietarios sobre trastornos y enfermedades de los petauros del azúcar.