La aspergilosis suele ser una infección respiratoria en gallinas y pavos. Afecta con menos frecuencia a una amplia gama de otras aves domésticas y silvestres. Las aves enfermas pueden mostrar dificultad respiratoria, retraso en el crecimiento y falta de desarrollo general. El diagnóstico se establece mediante la observación de los granulomas, por lo general en los tejidos respiratorios, y puede confirmarse mediante cultivo o histopatología. No hay un tratamiento para la aspergilosis.
La aspergilosis es una enfermedad que afecta habitualmente al aparato respiratorio del pollo y del pavo y, con menos frecuencia, a patitos, pichones, canarios, gansos y muchas otras aves silvestres y de compañía. En gallinas y pavos, la enfermedad puede reaparecer en algunas granjas; en aves silvestres, parece ser esporádica y afecta habitualmente a aves individuales. Los brotes graves se suelen observar en aves de 7-40 días de vida. (También ver Aspergilosis en animales y ver Aspergilosis.)
Etiología y epidemiología de la aspergillosis en aves de producción
Aspergillus fumigatus es la causa más común de aspergilosis. Sin embargo, otras especies de moho pueden ser responsables, como A flavus, A niger, Rhizopus spp, Mucor spp y, en raras ocasiones, Penicillium spp.
Se pueden observar altas tasas de mortalidad en polluelos y pavipollos que inhalan un gran número de esporas durante la eclosión o cuando se colocan en camas contaminadas con esporas de moho. En las aves adultas, la infección se debe principalmente a la inhalación de polvo cargado con esporas provenientes de la yacija, el alimento o zonas polvorientas. En las instalaciones con infección recurrente, el sistema de acondicionamiento del aire también debe investigarse como fuente de contaminación.
Hallazgos clínicos y lesiones de la aspergilosis en aves de producción
Numerosos granulomas fúngicos firmes, de color blanco a amarillo, distribuidos difusamente por los pulmones de un pavipollo.
Cortesía del Dr. M. E. Lighty.
Numerosos granulomas fúngicos firmes, de color blanco a tostado, de tamaño variable, distribuidos de forma difusa por los sacos aéreos torácicos y abdominales de un pavipollo.
Cortesía del Dr. M. E. Lighty.
En los sacos aéreos torácicos y abdominales de los pavipollos hay una única placa fúngica grande y plana de color blanco, y múltiples nódulos fúngicos más pequeños y firmes de color blanco a tostado.
Cortesía del Dr. M. E. Lighty.
Los signos clínicos más comunes de la aspergilosis incluyen:
Disnea.
Dificultad para respirar.
Fiebre.
Inapetencia.
Emaciación.
Con menor frecuencia, puede presentarse una forma neurológica, con signos clínicos que incluyen tortícolis y temblores. En gallinas y pavos, los pulmones y los sacos aéreos están frecuentemente afectados. Las lesiones pulmonares se caracterizan comúnmente por la presencia de placas de color blanco o amarillo, cuyo diámetro oscila entre unos pocos milímetros y varios centímetros. En casos excepcionales, las aves pueden presentar solamente congestión pulmonar difusa. A veces se ven a simple vista masas de micelios dentro de las vías respiratorias.
Las lesiones histopatológicas frecuentes pueden incluir neumonía granulomatosa con hifas fúngicas intralesionales e infiltrados heterófilos. Además, las placas y los nódulos pueden evidenciarse también en la tráquea, la siringe, el hígado, los intestinos y, a veces, el encéfalo.
La morbilidad puede subestimarse en los grupos de engorde hasta el momento del procesamiento, cuando la aerosaculitis puede ser la causa del decomiso post mortem en las aves destinadas al suministro de alimentos.
Una forma ocular se observa en pollos y pavos como queratitis micótica, en la que pueden aparecer grandes placas desde el canto medial.
Diagnóstico de la aspergilosis en aves de producción
Se basa por lo general en la presentación clínica y en las lesiones macroscópicas.
La confirmación se realiza mediante cultivo o histopatología.
Cortesía del Dr. S. M. Williams. Williams.
El diagnóstico de aspergilosis se basa más frecuentemente en la presentación clínica y las lesiones macroscópicas. Como confirmación, la presencia del hongo en los órganos afectados puede demostrarse mediante un cultivo o un examen microscópico del tejido fijado. Hay varias formas de obtener una muestra del tejido afectado: se puede extirpar un trozo de tejido afectado, se puede tomar una muestra de la lesión con un hisopo o se puede separar una de las placas. Lo más común es colocar la muestra en agar dextrosa Sabouraud o en algún otro medio específico para el crecimiento del moho. El examen histopatológico, con tinciones especiales para hongos, revela granulomas con micelios.
El diagnóstico diferencial incluye:
Micobacteriosis.
Otras micosis (p. ej., ocroconosis, cigomicosis).
tumores oncogénicos (p. ej., enfermedad de Marek, leucosis aviar).
Encefalomalacia nutricional.
Tratamiento y control de la aspergilosis en aves de producción
No hay un tratamiento eficaz.
El tratamiento de las aves afectadas se considera inútil. La recuperación espontánea puede darse si se evita la reexposición al moho.
Las estrategias de mitigación pueden incluir: 1) retirar las aves del ambiente contaminado, 2) la eliminación del material o materiales contaminados para limitar una mayor exposición, 3) tratar de no alterar el material o los materiales contaminados para limitar una mayor aerosolización de esporas y 4) una mayor ventilación o tasas de intercambio de aire para minimizar posiblemente la gravedad del brote. El cumplimiento estricto de los procedimientos de limpieza y desinfección para cualquier ambiente contaminado (p. ej., criadero, establo, etc.) minimizará el riesgo de futuros brotes.
No deben incubarse los huevos muy contaminados o agrietados, ya que podrían permitir el crecimiento de bacterias y hongos. Los huevos afectados podrían reventar y diseminar esporas por toda la incubadora. Se debe evitar el uso de lechos o campos con moho para prevenir brotes. Las superficies contaminadas pueden rociarse o fumigarse con enilconazol u otro desinfectante fungicida siguiendo las instrucciones de la etiqueta.
Puntos clave
La aspergilosis se suele presentar como una enfermedad respiratoria de pollos jóvenes o pavos; sin embargo, pueden producirse otras presentaciones, como enfermedad neurológica u ocular.
El diagnóstico se basa en la observación de las lesiones macroscópicas típicas, pero puede confirmarse mediante cultivo o histopatología.
No hay un tratamiento eficaz. La clave del control es minimizar la exposición de las aves a materiales contaminados.
Para más información
También ver Aspergilosis en animales y ver Aspergilosis.