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Alopecia en animales

(Pérdida de pelo)

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Última revisión/modificación ene 2020

La alopecia es la ausencia parcial o completa de pelos en áreas donde están normalmente presentes. Puede ser congénita o adquirida. Las alopecias congénitas no son inflamatorias y son el resultado de lesiones en los folículos pilosos o enfermedades genéticas. Las alopecias adquiridas son las más comunes. Si se presenta un animal por un problema de pérdida de pelo y tiene prurito, el problema del prurito debería investigarse en primer lugar.

Etiología de la alopecia en animales

Hay muchas causas de alopecia; cualquier enfermedad que afecte a los folículos pilosos puede causar pérdida de pelo. Existen dos categorías etiológicas generales de la alopecia: 1) congénita o hereditaria y 2) adquirida. La alopecia adquirida se divide en dos categorías: inflamatoria y no inflamatoria.

La alopecia congénita o alopecia hereditaria se ha descrito en vacas, caballos, perros, gatos y cerdos. Por interés personal y científico se han creado y desarrollado razas de ratones, ratas, gatos y perros carentes de pelo. La alopecia congénita puede ser hereditaria o no; está producida por una falta de desarrollo de los folículos pilosos y se manifiesta en el momento del nacimiento o poco tiempo después (p. ej., la alopecia universal). Los animales con alopecias tardías nacen con pelajes normales y la pérdida focal o generalizada de pelo se produce cuando el animal muda su capa juvenil o cuando se convierte en un joven adulto. Los ejemplos comprenden la alopecia patrón de los Teckels, la alopecia con pérdida de color (más comúnmente presente en los Doberman Pinschers) y determinados tipos de displasias foliculares.

La alopecia adquirida engloba todas las demás causas de pérdida de pelo. En este tipo de alopecia, el animal nace con un pelaje normal, tiene o tuvo folículos pilosos normales en un tiempo y es o era capaz de producir pelos estructuralmente normales. La alopecia adquirida puede ser no inflamatoria, como se observa en la alopecia endocrina, la alopecia en patrón, la alopecia X o en algunos tipos de alopecia inmunomediada (p. ej., alopecia areata) o inflamatoria. La alopecia inflamatoria adquirida es la principal causa de alopecia. La alopecia adquirida se desarrolla porque la enfermedad destruye el folículo piloso o el tallo del pelo, interfiere en el crecimiento del pelo o la lana, o causa molestias al animal (p. ej., dolor, prurito) que conducen a la producción de autolesiones y a la pérdida de pelo.

Entre las enfermedades que pueden causar directamente la destrucción o lesión del tallo o del folículo del pelo, se encuentran las afecciones bacterianas cutáneas, la dermatofitosis, la demodicosis, las enfermedades inflamatorias graves de la dermis (p. ej., celulitis juvenil, piodermia profunda), los episodios traumáticos (p. ej., quemaduras, radiación), la quimioterapia (p. ej., alopecia asociada a la doxorubicina), y raramente, el envenenamiento causado por mercurio, talio y yoduros. Estas a menudo tienden a ser inflamatorias.

Entre las enfermedades que pueden inhibir o ralentizar directamente el crecimiento de los folículos pilosos se incluyen carencias nutricionales (particularmente carencias proteicas), hipotiroidismo, hiperadrenocorticismo y una producción o administración excesiva de estrógenos (hiperestrogenismo, tumor de células de Sertoli, inyecciones de estrógenos como abortivo). La alopecia temporal puede darse en caballos, ovejas y perros durante la preñez, la lactancia o varias semanas después de haber sufrido una enfermedad o fiebre graves. La pérdida notable de pelo (efluvio) es frecuente en gatos después de una infección respiratoria. Este tipo de alopecias no suelen ser inflamatorias, excepto cuando se desarrolla una infección secundaria de la piel.

El prurito o el dolor es una causa común de alopecia inflamatoria adquirida en los animales. Entre las enfermedades que más comúnmente causan prurito o dolor se encuentran las enfermedades infecciosas de la piel (p. ej., piodermia bacteriana y dermatofitosis), las infecciones por ectoparásitos, las enfermedades alérgicas de la piel (p. ej., dermatitis atópica, alergia alimentaria, alergia de contacto, hipersensibilidad a insectos) y, con menor frecuencia, las neoplasias epiteliales. El roce puede causar una pérdida local del pelo (p. ej., en el caso de los ronzales o collares mal ajustados). En raras ocasiones, un exceso de acicalado puede ser la causa de la pérdida de pelo en algunos animales, especialmente en los gatos.

La alopecia endocrina felina ya no se reconoce como un auténtico síndrome; el nombre actual es alopecia simétrica adquirida felina. Hasta la fecha no existen pruebas documentadas de una enfermedad endocrina en estos gatos y la alopecia simétrica observada es un signo clínico de una enfermedad subyacente, más comúnmente una enfermedad que cursa con prurito. La causa más común de alopecia simétrica felina es la dermatitis alérgica por pulgas. En los gatos que no tienen una infestación evidente por pulgas, se recomienda la realización de un hemograma completo; muchos gatos que tienen dermatitis alérgica por pulgas tienen eosinofilia. Este hallazgo puede ayudar a convencer a los propietarios de que busquen el control de las pulgas como primer paso diagnóstico.

Hallazgos clínicos y lesiones de la alopecia en animales

Los signos clínicos de la pérdida de pelo pueden ser obvios o sutiles, según la enfermedad. La caída de pelo congénita o hereditaria suele ser simétrica y no se acompaña de muchos cambios inflamatorios; en algunos casos, las áreas de pérdida de pelo se localizan en una región (p. ej., los pabellones auriculares) o en áreas bien demarcadas.

Los signos clínicos de la pérdida de pelo adquirida son variados y con frecuencia están influidos por la causa subyacente; el patrón de pérdida de pelo puede ser focal, multifocal, simétrico o generalizado. Las alteraciones inflamatorias como la hiperpigmentación, la liquenificación, el eritema, la escamación, la muda excesiva y el prurito son frecuentes. Algunas causas de alopecia adquirida pueden predisponer al animal a desarrollar enfermedades cutáneas secundarias, como una piodermia bacteriana o la seborrea. El prurito es variable, según la causa primaria. En las alopecias endocrinas, la pérdida de pelo suele desarrollarse siguiendo un patrón simétrico, que con frecuencia se inicia en áreas de desgaste; el prurito es poco común a no ser que haya una infección secundaria. Ahora que los primeros signos clínicos no dermatológicos de la alopecia endocrina son más reconocidos, la pérdida de pelo no es, por regla general, un signo clínico temprano de una alopecia endocrina.

Muchos propietarios buscan la asistencia veterinaria al notar una muda excesiva. La muda puede ser anormal (excesiva) si tiene como resultado una pérdida obvia del pelaje y la aparición de áreas de alopecia. Una causa frecuente de muda anormal es la piodermia bacteriana. Sin embargo, si la muda no se acompaña de una pérdida de pelo en forma de parches o simétrica, es probable que se trate solo de una fase de la reposición natural del pelaje.

Diagnóstico de la alopecia en animales

  • La clave para el diagnóstico es determinar si la alopecia es inflamatoria o no inflamatoria.

Un diagnóstico correcto de la causa de la alopecia requiere una anamnesis y una exploración física minuciosas. Los puntos clave en la historia incluyen el reconocimiento de las predisposiciones raciales para las alopecias congénitas o hereditarias; la duración y progresión de las lesiones; y la presencia o ausencia de prurito, signos de contagio o problemas no dermatológicos, como la poliuria y la polidipsia. En la exploración física se debe observar la distribución de las lesiones (focal, multifocal, simétrica, generalizada) y se han de examinar los pelos para determinar si se desprenden del folículo piloso o si están partidos; esto último sugiere prurito. Debe observarse también la existencia de signos de infecciones cutáneas secundarias o la presencia de ectoparásitos y se ha de realizar un examen no dermatológico cuidadoso.

Las pruebas diagnósticas iniciales incluyen raspados cutáneos para detectar ectoparásitos (especialmente ácaros Demodex); peinado del pelaje para detectar pulgas, ácaros y piojos; frotis de impresión de la piel para detectar infecciones bacterianas o por levaduras; cultivos fúngicos para la identificación de dermatofitosis; y examen de los pelos arrancados, observando tanto el eje como las puntas en busca de evidencia de parásitos, dermatofitosis o si los pelos están mordidos. En muchos casos de piodermia bacteriana, el frotis de impresión de la piel no muestra neutrófilos ni cocos, pero puede mostrar un gran número de queratinocitos desprendidos. Los neutrófilos y los cocos están presentes si se muestrean pústulas o pústulas rotas recientemente.

Si estas pruebas no identifican o sugieren una causa subyacente, puede estar indicado realizar una biopsia de piel para evaluar la estructura, el número de folículos pilosos y la relación anágeno/telógeno, así como para buscar pruebas de infecciones epiteliales bacterianas, fúngicas o parasitarias. Además, las biopsias de piel son a menudo necesarias para confirmar causas congénitas o tardías de la pérdida de pelo y para identificar causas inflamatorias o neoplásicas. Se deben enviar biopsias de piel de sitios normales y alterados para su evaluación. Un hemograma completo, la bioquímica sérica y el análisis de orina por lo general solo ayudan cuando se sospecha la existencia de una endocrinopatía. Se pueden realizar pruebas funcionales endocrinas específicas si los hallazgos de las pruebas de laboratorio rutinarias o los signos clínicos así lo aconsejan.

Tratamiento de la alopecia en animales

  • El éxito del tratamiento depende de la causa subyacente y del diagnóstico específico.

Se debe iniciar un control parasitario integral para asegurar que la causa de la pérdida de pelo no es el prurito asociado con la infestación parasitaria. Además, puede iniciarse un tratamiento antimicrobiano tópico para descartar infecciones concomitantes por bacterias o levaduras. Si el prurito continúa después de estos pasos, deben realizarse las pruebas diagnósticas para enfermedad alérgica de la piel.

Puntos clave

  • La alopecia es congénita o adquirida. La alopecia adquirida es la más común.

  • Las pruebas dermatológicas básicas son más útiles que el trabajo rutinario de laboratorio, a menos que se sospeche una causa endocrina.

  • Debe existir un buen control parasitario e infeccioso para asegurarse de que la alopecia no es el resultado de ninguna de estas causas.

Para más información

  • Consulte también la información para propietarios sobre la alopecia en perros, gatos y caballos.