El examen de la cojera es un punto clave para identificar lesiones musculoesqueléticas. La valoración se realiza con el animal en reposo, al incorporarse, y durante la locomoción sobre superficies planas o inclinadas. Se puede observar una cojera de una o varias extremidades, y la gravedad está relacionada con el tipo de actividad. Con una cojera de la extremidad anterior, la cabeza se eleva al soportar el peso sobre la extremidad enferma. El paso también se acorta en el lado afectado. En la cojera de la extremidad posterior la cabeza se baja durante el soporte del peso sobre la extremidad afectada.
Las extremidades se deben examinar ordenadamente de distal a proximal, y se deben palpar los huesos, articulaciones y tejidos blandos. Las anomalías que se deben apreciar incluyen hinchazón, dolor, inestabilidad, crepitación, rango de movimiento reducido y atrofia muscular. En la exploración de una cojera súbita o de origen desconocido pueden ser necesarios los exámenes seriados antes y después del ejercicio. Para los pacientes irritables, puede ser necesaria la sedación; la palpación, la radiografía y la artrocentesis a menudo se pueden realizar mientras el paciente (perro, gato) está sedado con la administración intravenosa de butorfanol y acepromacina, propofol, medetomidina (sola o combinada con butorfanol o hidromorfona) o una combinación de ketamina, diazepam y acepromacina.
Técnicas de diagnóstico por imagen para exámenes de cojera en animales pequeños
Los métodos de diagnóstico por imagen útiles para el diagnóstico de las cojeras incluyen radiografía simple y radiografía de contraste, ecografía, gammagrafía nuclear, TC y RM. Los animales sometidos a estas pruebas deben estar profundamente sedados o anestesiados. Las radiografías simples (secuenciales) de las extremidades afectadas o de la columna vertebral exigen múltiples proyecciones ortogonales. Las lesiones ligeras se identifican a menudo tras la comparación con la extremidad contralateral normal. Los estudios de contraste más frecuentes para valorar la cojera de los animales con sospecha de enfermedades articulares son los artrogramas y la mielografía para enfermedades del canal vertebral.
La ecografía es útil para valorar lesiones musculotendinosas como la tenosinovitis bicipital, la rotura del tendón de Aquiles y la contractura muscular. La gammagrafía nuclear, la TC y la RM suelen estar disponibles en centros privados o docentes de derivación. La gammagrafía nuclear implica una inyección IV de un compuesto radiactivo que localiza y resalta las lesiones óseas y de tejidos blandos perióseos. El uso de la TC permite un alto nivel de contraste y resolución para estructuras óseas, mientras que la RM es útil para definir lesiones de tejidos blandos y articulares. Ambas técnicas también pueden usarse para valorar la columna vertebral, aunque la RM es preferible para evaluar los tejidos nerviosos.
Artroscopia para exámenes de cojera en animales pequeños
La artroscopia es un procedimiento mínimamente invasivo utilizado para el diagnóstico y tratamiento de la cojera. Las ventajas de esta técnica incluyen una mejor visualización de las patologías articulares, la capacidad de tratar simultáneamente las lesiones identificadas (p. ej., mediante la extirpación de cartílago o ligamentos dañados) y su naturaleza mínimamente invasiva (menos traumatismo quirúrgico). Las desventajas son los costes del equipo y la curva de aprendizaje necesaria para desarrollar la experiencia en su uso. Las afecciones frecuentes que se pueden diagnosticar o tratar por artroscopia son la osteocondrosis, la tenosinovitis bicipital, las fracturas articulares y las lesiones de ligamento cruzado y de menisco medial.
