Los trastornos laríngeos se caracterizan por una respiración estertorosa y a menudo pueden conducir a la muerte si no se tratan. La base del tratamiento son los esteroides o los AINE. El diagnóstico presuntivo se basa en gran medida en los signos clínicos.
ver Hemiplejia laríngea en caballos.
La laringitis, una inflamación de la mucosa o de los cartílagos de la laringe, puede producirse por una infección de las vías respiratorias superiores o por irritación directa tras la inspiración de polvo, humo o gases irritantes; cuerpos extraños; o por el traumatismo de la intubación, emisión excesiva de sonidos o por las lesiones debidas a las ataduras o dispositivos para la sujeción (en el ganado). La laringitis puede acompañar a la traqueobronquitis infecciosa y al moquillo en los perros; a la rinotraqueítis infecciosa y a la infección por calicivirus en los gatos; a la rinotraqueítis infecciosa y a la difteria en los terneros en el ganado vacuno; a los estrangulamientos, a la infección por herpesvirus 1, a la arteritis viral y a la bronquitis infecciosa en los caballos; a Fusobacterium necrophorum o a Trueperella pyogenes en infecciones en las ovejas; y a la influenza en los cerdos.
El edema de la mucosa y submucosa de la laringe a menudo es una parte integral de la laringitis y, si es grave, la glotis puede estar obstruida. El edema también puede ser consecuencia de alergia, inhalación de agentes irritantes o cirugía en la zona circundante. La intubación para la anestesia, especialmente cuando se intenta con una inducción inadecuada o con técnicas inexpertas, puede provocar edema laríngeo. Los perros braquicéfalos y los obesos, así como los perros con parálisis laríngea, desarrollan edema laríngeo y laringitis durante el jadeo intenso o el esfuerzo respiratorio durante los episodios de excitación o hipertermia. En el ganado vacuno se observa el edema laríngeo durante el curso del carbunco sintomático, la urticaria, la enfermedad del suero y la anafilaxia. En los cerdos puede darse como parte de la enfermedad de los edemas. En los caballos, el ganado vacuno y las ovejas, el edema laríngeo puede causar condropatía del aritenoides.
La condropatía laríngea es una afección supurante de la matriz del cartílago, principalmente de los cartílagos aritenoides; se cree que es resultado de una infección microbiana, a menudo una secuela tras la inhalación de sustancias irritantes o traumatismos en el área. En los herbívoros, el traumatismo puede producirse cuando se administran medicamentos en forma de bolo o bebida o por la ingestión de alimentos ásperos; en los perros, los traumatismos pueden producirse por palos o cuerpos extraños. La condropatía laríngea se caracteriza por necrosis y ulceración de la mucosa laríngea, sobre las cuerdas vocales o caudalmente a ellas, y la abscesificación dentro del cartílago del aritenoides. Al inicio se da con frecuencia una inflamación laríngea aguda. Posteriormente, se produce una hipertrofia progresiva de los cartílagos, que habitualmente causa una obstrucción fija de la vía aérea superior con respiración estertorosa y disminución de la tolerancia al ejercicio. La condropatía laríngea se produce en los caballos, las ovejas y el ganado vacuno, más a menudo en los machos jóvenes. Hay una predisposición en ovejas Texel y en el ganado vacuno Azul Belga. Las úlceras laríngeas por contacto son frecuentes en el ganado vacuno joven de cebadero y muchas veces producen laringitis necrótica y condropatía.
Hallazgos clínicos de los trastornos laríngeos en animales
El signo principal de la laringitis es la tos, cuando el edema es leve y no están afectados los tejidos más profundos de la laringe. Es dura, seca y corta inicialmente, pero se suaviza y es húmeda más tarde, y puede ser muy dolorosa. La tos puede inducirse por presión sobre la laringe, exposición al aire frío o polvoriento, deglución de alimentos ásperos o agua fría, o por intentos de administrar medicinas. Puede haber evidencia de cambios vocales, especialmente en los pequeños animales. La tumefacción puede dar lugar a estridor y menor movimiento de los cartílagos aritenoides en la condropatía laríngea. Puede haber halitosis y respiración dificultosa y ruidosa, y el animal puede estar de pie, cabizbajo y con la boca abierta. La deglución es difícil y dolorosa. Los signos sistémicos suelen ser atribuibles a la enfermedad primaria, como en la rinotraqueítis infecciosa bovina, en la que pueden darse temperaturas de 40,5 °C. Los signos sistémicos secundarios debidos a inapetencia y deshidratación se hacen evidentes rápidamente. Puede producirse la muerte por asfixia, especialmente si se obliga al animal a esforzarse.
El edema laríngeo puede desarrollarse en el transcurso de unas pocas horas. Se caracteriza por un mayor esfuerzo inspiratorio y estridor proveniente de la laringe. La frecuencia respiratoria puede hacerse más lenta a medida que aumenta el esfuerzo para respirar. Las membranas mucosas visibles están cianóticas, la frecuencia del pulso está elevada y la temperatura corporal aumenta. Los caballos pueden sudar profusamente. Los perros con obstrucciones de las vías aéreas de conducción pueden mostrar una extrema alteración termorreguladora durante el tiempo cálido; la hipertermia marcada es común. Los animales con obstrucción marcada no tratados pueden finalmente sufrir un colapso y manifestar a menudo signos de edema pulmonar.
Diagnóstico de los trastornos laríngeos en animales
Basado en signos clínicos y laringoscopia.
El diagnóstico diferencial del trastorno laríngeo se basa en los signos clínicos, en la auscultación de la zona laríngea y en la exacerbación del estridor con la palpación de la laringe. El diagnóstico definitivo requiere una laringoscopia. En los caballos y el ganado vacuno conscientes, esto puede lograrse con un endoscopio flexible introducido por las fosas nasales y suele requerir sedación; en los perros y los gatos, a menudo se precisa anestesia y analgesia. La historia y los signos clínicos suelen permitir una identificación rápida de la enfermedad primaria y de la afección laríngea asociada. La parálisis laríngea bilateral, los abscesos laríngeos, los traumatismos faríngeos y la celulitis, y los abscesos retrofaríngeos o masas, pueden causar signos clínicos similares.
Tratamiento de los trastornos laríngeos en animales
Esteroides o AINE típicamente.
Es esencial identificar y tratar la enfermedad primaria. En caso de obstrucción laríngea, se debe colocar un tubo de traqueotomía inmediatamente; si no es posible una traqueotomía, se puede establecer la permeabilidad de la vía aérea con un tubo flexible a través de la glotis. Deben administrarse corticoesteroides para reducir el efecto obstructivo de la tumefacción inflamatoria. También es necesario la administración concomitante de antibióticos sistémicos. En los casos en los que no se pueden utilizar corticoesteroides, se pueden administrar AINE. La administración de fármacos diuréticos, como la furosemida, puede estar indicada para la resolución del edema laríngeo y del edema pulmonar, si lo hubiese.
Los procedimientos paliativos para acelerar la recuperación y proporcionar comodidad incluyen la inhalación de aire humidificado, el confinamiento en un ambiente cálido y limpio, la alimentación con alimentos blandos o líquidos, y evitar el polvo. La tos puede suprimirse con preparaciones antitusivas y las infecciones bacterianas pueden controlarse con antibióticos o sulfamidas. El control del dolor con el uso prudente de un analgésico, especialmente en los gatos, permite que el animal se alimente y, por lo tanto, acelera la recuperación.
Un remedio eficaz para la condropatía laríngea de los caballos es la aritenoidectomía subtotal, aunque es incierta la recuperación completa de la capacidad atlética en los caballos de competición.
La traqueolaringostomía y la traqueostomía permanente se han estado utilizando con éxito para salvar al ganado vacuno y ovino con condropatía laríngea, pero lleva consigo un significativo riesgo anestésico. Una alternativa médica para rumiantes es un tratamiento antibiótico prolongado, 14-21 días de lincomicina parenteral (5-10 mg/kg), más corticoesteroides de acción corta al inicio durante 3-5 días.
Puntos clave
Los trastornos laríngeos necesitan un tratamiento rápido, incluidos el reconocimiento y el tratamiento del problema subyacente.
Los medicamentos antiinflamatorios y los analgésicos son aspectos importantes del tratamiento.