Aborto en ovejas

La infección por el virus de la lengua azul es una causa de aborto, momificación fetal, mortinatos y malformaciones cerebrales congénitas en corderos. El síndrome clínico, los serotipos implicados y el diagnóstico son los mismos que para el ganado vacuno. La mayoría, si no todos, los fallos reproductivos son causados por virus vacunales atenuados más que por virus de campo. El virus de la lengua azul del serotipo 8 se ha documentado como causa de abortos y malformaciones cerebrales congénitas en el ganado vacuno en el noroeste de Europa, y se considera que este es el primer brote confirmado de transmisión transplacentaria del virus de la lengua azul de tipo salvaje en rumiantes. Los estudios publicados en Europa no han encontrado evidencia de que el serotipo 8 sea una causa significativa de infección fetal en ovejas. Sin embargo, hay algunos informes ocasionales de abortos y anomalías congénitas en ovejas atribuidas al serotipo 8, y experimentalmente se ha demostrado que el virus es capaz de atravesar la placenta ovina. El virus debe considerarse un problema potencial en las ovejas hasta que se conozca más.

El control de la lengua azul se realiza mediante procedimientos de manejo para reducir la exposición a los mosquitos picadores y la vacunación. Las vacunas inactivadas y vivas modificadas están disponibles y se utilizan ampliamente, pero la disponibilidad de cada una varía entre países. Las vacunas vivas modificadas se usan predominantemente en regiones con una larga historia de lengua azul, como EE. UU. y África, pero su uso es controvertido. Si se usa, la vacuna no debe administrarse en ovejas gestantes. Además, la vacuna no debe administrarse cuando las especies de Culicoides son activas, ya que pueden y de hecho transmiten el virus vacunal a los animales no vacunados, incluyendo las hembras gestantes. El virus de la lengua azul tiene un genoma segmentado, y los virus de reagrupación se producen fácilmente en animales infectados o vacunados simultáneamente con más de un serotipo.

La enfermedad de la frontera se da en todo el mundo y es una causa importante de muerte embriónica y fetal, de corderos débiles, y de alteraciones congénitas. Está causada por un pestivirus estrechamente asociado al virus de la diarrea vírica bovina (DVB) y al virus de la fiebre porcina clásica (cólera porcino). La infección de los animales sensibles se produce después de la introducción de animales infectados persistentemente. Es posible la transmisión venérea a través de carneros. El aborto puede producirse en cualquier fase de la gestación. No hay signos clínicos en la madre, a excepción de fiebre ligera y leucopenia en algunos casos. Los fetos vivos infectados suelen ser de menor tamaño, y con frecuencia tienen temblores congénitos y un vellón anormalmente peludo (corderos temblorosos peludos). El diagnóstico es por la identificación del virus de la enfermedad de la frontera en la placenta o los tejidos fetales (riñones, pulmones, bazo, glándula tiroides, abomaso) mediante la prueba de inmunofluorescencia, el aislamiento vírico, o la determinación de anticuerpos precalostrales. No se dispone de vacunas. A veces se usan en ovejas vacunas de virus inactivados de DVB, pero su efectividad no está probada.

La mayor importancia de Brucella ovises como causa de epididimitis contagiosa en carneros. En términos de rebaño, la brucelosis causa infertilidad, pero también provoca abortos a término, mortinatos y nacimiento de corderos débiles. B melitensis es infrecuente en EE. UU. pero causa abortos en las zonas donde se encuentra. B abortus en ocasiones causa abortos en ovejas. Los abortos por Brucella se producen al final de la gestación, dando lugar a placentitis con edema y necrosis de los cotiledones y zonas intercotiledonarias correosas y engrosadas. Muchos fetos abortados debido a B ovis siguen vivos en el comienzo de la expulsión, aunque algunos fetos pueden estar momificados o autolisados. La mayoría de los fetos abortados debido a B melitensis están autolíticos. Son diagnósticos el cultivo de la placenta, los contenidos abomasales y la descarga vaginal de la hembra. En algunos países, está disponible una vacuna para B melitensis. B melitensis es zoonótica.

El virus del Valle de Cache, transmitido por mosquitos, es causa de infertilidad, abortos, mortinatos y múltiples anomalías congénitas en ovejas. El virus es endémico en la mayor parte de EE. UU., Canadá y México. A menudo, hay epizootias que afectan a ovejas de una amplia zona geográfica y que pueden incluir varios estados. Los efectos más perceptibles son corderos mortinatos y corderos que nacen vivos con alteraciones congénitas que afectan al SNC y al sistema musculoesquelético. Son frecuentes la hidroencefalia, la hidrocefalia, la hipoplasia cerebral y cerebelosa, la artrogriposis, la escoliosis, la tortícolis y la hipoplasia de los músculos esqueléticos. La infección antes de los 32 días de gestación provoca la muerte embrionaria precoz. La infección entre los 32 y 37 días de gestación produce lesiones musculoesqueléticas y del SNC. La infección entre los días 37 y 48 días da lugar principalmente a lesiones musculoesqueléticas. En el momento del aborto o del nacimiento, el virus no suele ser muy viable, y el diagnóstico es por determinación de anticuerpos en suero precalostral o en líquidos corporales. No se dispone de vacunas.

La infección con Campylobacter fetus fetus, C jejuni jejuni y C lari provoca abortos a final de gestación y mortinatos. La vía de infección es oral. Las ovejas pueden desarrollar metritis después de expulsar el feto. Se produce placentitis con cotiledones necróticos hemorrágicos y zonas intercotiledonarias edematosas o correosas.

El feto suele estar autolisado, y un 40 % de ellos presenta focos necróticos de color amarillo-anaranjado (1-2 cm de diámetro) en el hígado. Los fetos pueden acumular fluidos serosanguinolentos en las cavidades pleural y peritoneal.

El diagnóstico se basa en el hallazgo del organismo Campylobacter en preparaciones de campo oscuro o con anticuerpos fluorescentes o por aislamiento a partir de los contenidos abomasales, el hígado, los pulmones, la placenta o las descargas uterinas. La identificación de las especies implicadas es importante, porque en algunas áreas C jejuni es tan común como C feto, y algunas vacunas no incluyen C jejuni. Es necesaria una higiene estricta para detener el brote.

El empleo de tetraciclinas puede ayudar en la prevención del aborto de las ovejas. Sin embargo, muchos aislados pueden ser resistentes a las tetraciclinas. La enfermedad tiende a ser cíclica, con epizootias cada 4-5 años; por lo tanto, los programas de vacunación, que ayudan a prevenir los brotes, se deben practicar de forma constante. C jejuni es zoonótica y es una causa frecuente de enteritis en las personas.

Chlamydophila abortus causa el AEO, caracterizado por abortos tardíos a término, mortinatos y corderos débiles. C pecorum es la causa de la artritis y conjuntivitis por clamidia de las ovejas. La AEO se produce en todo el mundo, excepto en Australia y Nueva Zelanda, y es más importante en las ovejas sometidas a un manejo intensivo.

Los abortos se producen durante las últimas 2-3 semanas de gestación, independientemente de cuándo se produzca la infección, y los fetos están frescos con una autólisis mínima. Las lesiones macroscópicas en el feto son raras y pueden incluir ascitis, linfadenopatía y congestión hepática. Existe placentitis con cotiledones de color pardo rojizo y necróticos y zonas intercotiledonarias pardas engrosadas cubiertas con exudado. Las cuerpos clamidiales elementales se encuentran por examen de preparaciones teñidas con Gimenez o Giemsa de muestras de la placenta o secreciones vaginales, pero los microorganismos no pueden diferenciarse de Coxiella burnetii, que causa en ocasiones abortos en ovejas.

El diagnóstico definitivo es mediante la identificación de C abortus por ELISA, tinción de anticuerpos fluorescentes, PCR o aislamiento. Las ovejas rara vez abortan más de una vez, pero permanecen persistentemente infectadas y segregan C abortus desde su tracto reproductor durante 2-3 días antes y después de la ovulación. Los carneros pueden estar infectados y transmitir el microorganismo venéreamente. El control consiste en aislar a todas las ovejas y los corderos afectados y tratar a las ovejas que hayan estado en contacto con estos con oxitetraciclina de acción prolongada o tetraciclina oral. Hay disponibles bacterinas de C abortus y reducen los abortos. En ciertas partes de Europa, está disponible para su uso una vacuna viva modificada.

C abortus es una zoonosis, pero los casos en humanos son raros. Todos afectan a mujeres embarazadas, quienes desarrollan una enfermedad con riesgo vital. Solamente en algunos casos en las que el feto se extrajo mediante cesárea, el lactante logró sobrevivir. Las mujeres embarazadas no deben trabajar con ovejas preñadas, especialmente si están sucediendo abortos.

El aborto causado por Listeria monocytogenes en ovejas se suele producir al final de la gestación. Las ovejas que abortan muestran signos clínicos variables, que incluyen fiebre, depresión y anorexia, y algunas pueden sucumbir a la septicemia. Existe cierta necrosis de los cotiledones y las zonas intercotiledonarias, y el feto suele estar autolisado. Es posible la momificación. El hígado fetal (y posiblemente el pulmón) puede presentar focos necróticos de 0,5-1 mm de diámetro. El diagnóstico se establece mediante el cultivo.

Salmonella Abortusovis, S Dublin, S Typhimurium y S Arizona han causado abortos en ovejas. S Abortusovis es endémica en Inglaterra y Europa, pero no se ha descrito en EE. UU. S Brandeburg se ha descrito en Europa y Nueva Zelanda. Los otros serotipos son de distribución mundial. La mayoría de las ovejas están enfermas y febriles antes del aborto. No existen lesiones placentarias específicas, y el feto se encuentra autolisado. El diagnóstico se establece a través del cultivo de la placenta, el feto o las descargas uterinas. Salmonella spp son zoonóticas.

Toxoplasma gondii es la causa principal de aborto en pequeños rumiantes en todo el mundo. La ingestión de ovocitos de coccidios esporulados al inicio de la gestación produce reabsorción o momificación; si las ovejas contraen la enfermedad al final de la gestación, se producen abortos o muertes perinatales. Las ovejas no suelen parecen enfermas. En un brote, suele haber una amplia gama de edad gestacional en los fetos abortados. En la mayoría de los casos no hay lesiones macroscópicas, pero en algunos casos hay un pequeño foco blanco distintivo, de 1-3 mm de diámetro, en algunos cotiledones. El cerebro fetal a menudo tiene áreas focales de inflamación no supurativa en la histología. También se puede utilizar la serología fetal (inhibición de la hemaglutinación indirecta, aglutinación de látex o anticuerpos fluorescentes). Una vez infectadas, las ovejas son inmunes, así que la unión de las ovejas que no han parido nunca con las que han abortado puede permitir que las primeras desarrollen inmunidad. Es posible la transmisión transplacentaria. Prevenir la contaminación de los alimentos con heces de gato puede ayudar a reducir la exposición. La toxoplasmosis es una zoonosis.

El virus de Akabane (si está presente) causa aborto y anomalías congénitas en las ovejas y es un diagnóstico diferencial de la infección por el virus del Valle de Cache. Coxiella burnetii provoca en ocasiones tormentas de abortos en ovejas, con el mismo síndrome clínico y patología fetal que en cabras. Neospora caninum se ha descrito como causante de abortos ocasionales en ovinos, con lesiones similares a las de Toxoplasma gondii. La placentitis fúngica también se produce, pero no es tan común en ovejas como en ganado vacuno o equino. Otros microorganismos asociados con el aborto ovino incluyen el virus de Schmallenberg, la fiebre del Valle del Rift, el virus de la enfermedad de las ovejas de Nairobi, el virus de la enfermedad de Wesselsbron, Francisella tularensis y Leptospira sp.