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Descripción general de las cojeras en cerdos

PorJerry L. Torrison, DVM, PhD, DACVPM
Última revisión/modificación sept 2015

La cojera ha sido un problema en producción porcina durante muchos años y lo continúa siendo en todo el mundo. Aunque la cojera puede estar causada por anomalías congénitas o del desarrollo, la mayoría de las cojeras en animales de producción están causadas por dolor asociado con infecciones, lesiones relacionadas con traumatismos o enfermedades metabólicas subyacentes. Como tal, se ha convertido en un área de interés para las auditorías de bienestar animal en explotaciones porcinas. También es un problema económico, porque una prevalencia o incidencia cada vez mayor de cojeras en un lote puede afectar la viabilidad, el crecimiento o la reproducción de los cerdos. El flujo de cerdos puede verse afectado si los objetivos de partos no se alcanzan debido a las elevadas tasas de eliminación de los animales reproductores o si el crecimiento de los cerdos de cebo/finalización se retrasa debido a una elevada incidencia de cojeras. Como ocurre con las enfermedades de otros sistemas orgánicos, los problemas de cojera en un explotación porcina requieren un enfoque integral si se quiere llegar a un diagnóstico (o diagnósticos), de modo que se puedan instituir medidas preventivas o curativas.

Reseña:

Los tipos y causas de la cojera pueden variar ampliamente según la edad del cerdo y, en menor medida, según el sexo y la raza. Las lesiones traumáticas obviamente pueden causar cojera en cerdos a cualquier edad, pero algunos tipos de cojera que surgen de causas infecciosas o fisiológicas pueden tener un rango de edad más limitado o un conjunto de circunstancias bajo las cuales se desarrolla la cojera. También debe recordarse que algunos agentes infecciosos pueden afectar y causar cojera en múltiples especies, por lo que comprender la reseña no solo del grupo de cerdos bajo evaluación, sino también de otros cerdos o especies en contacto o proximidad con el grupo afectado es parte del enfoque integral necesario para investigar la cojera.

Además de la reseña de los cerdos individuales en una población, la reseña del grupo compuesto (es decir, la demografía) también es una consideración importante. Algunos ejemplos de reseña grupal son la proporción de cerdas primíparas en los grupos de partos porque es más probable que las cerdas pasen bacterias patógenas a su progenie, o el estado inmunitario del rebaño con respecto a un patógeno particular basado, por ejemplo, en el tiempo transcurrido desde la vacunación más reciente frente a la erisipela. Incluso la condición corporal relativa de las cerdas al entrar en una estación fría puede predisponer a las poblaciones a aumentar o disminuir la sensibilidad a los problemas de salud del rebaño.

Anamnesis:

La anamnesis debe ser minuciosa y debería incluir información sobre la edad de inicio, signos clínicos característicos y evolución de la cojera. La morbilidad y la mortalidad asociadas con cualquier cojera y el número de grupos, corrales, naves o edificios con cerdos afectados son todos relevantes. La información sobre morbilidad debe incluir los tratamientos y las respuestas observadas. Las tasas de eliminación también pueden proporcionar información sobre la morbilidad, aunque las razones registradas para eliminar las cerdas sean notoriamente inadecuadas. Los decomisos en el matadero pueden ser otra manera de obtener datos objetivos sobre la morbilidad, cuando los decomisos por anomalías o fracturas de las extremidades tienen una relación directa con la cojera y por poliserositis o cerdos caídos, que tienen una relación indirecta con la cojera.

Los datos de mortalidad pueden evaluarse como una tasa absoluta o, más útil, como incidencia por fase o semana de producción. Para las cerdas, la puntuación de la condición corporal en el momento de la muerte o la eutanasia puede ayudar a revelar las condiciones subyacentes de la cojera, ya que las causas de la muerte registradas también son propensas a la inexactitud, y las cerdas cojas tienden a perder condición corporal antes de la muerte o la eutanasia.

La investigación de un problema de cojera en una granja también requiere una comprensión del funcionamiento de la granja. Se debe explorar la logística subyacente al establecimiento del grupo de cerdos bajo investigación: la fuente(s), el transporte y la ubicación de los cerdos. La historia de entradas de reproductores de reposición es relevante, especialmente si se introdujeron con origen en nuevos lotes o diferentes líneas genéticas.

Se deben considerar los programas y las prácticas sanitarias. Es importante determinar si se modificaron los protocolos de vacunación o de medicación. Si es posible, es igualmente importante determinar si los protocolos se siguieron correctamente. Las auditorías de consumo de productos o las pruebas de anticuerpos para los títulos de las vacunas, si están disponibles, pueden usarse como métodos de verificación.

La investigación de los programas de nutrición como un posible contribuyente a los problemas de cojera puede ser extensa. Sin embargo, las cuestiones fundamentales pueden reducirse a determinar qué raciones se formularon, mezclaron y suministraron a los cerdos. Los problemas son relativamente raros, pero posibles durante cada etapa del proceso. En la etapa de formulación pueden producirse problemas de cojera, por ejemplo, cuando los valores contables de fósforo son diferentes a las cantidades reales presentes en el producto utilizado, o cuando las actividades de vitamina D o fitasa no están en los niveles esperados debido al almacenamiento, procesamiento u otros problemas, que puede afectar al metabolismo del calcio y del fósforo. En la etapa de mezcla, los molinos pueden tener limitaciones de tiempo que no permiten una mezcla adecuada de los lotes de alimento, por lo que la composición del alimento puede ser desigual. En el momento del parto las diferencias en la densidad del alimento en la gestación de las cerdas pueden dar lugar a sobrealimentación o subalimentación cuando los comederos volumétricos no se ajustan para mantener el ritmo de los cambios de peso y densidad de nutrientes en la ración.

Las experiencias con una serie de problemas de cojera denominados colectivamente enfermedad ósea metabólica (que se relacionan de forma variable con problemas en el metabolismo del calcio, fósforo y/o vitamina D) han puesto más énfasis en la necesidad de analizar los constituyentes de los alimentos más a fondo antes de su inclusión en las dietas, para probar los alimentos mezclados para determinar la adherencia a la formulación y controlar más de cerca los niveles séricos de vitamina D y las densidades óseas de los cerdos para que los problemas puedan detectarse antes.

El personal de la granja tiene un papel importante en el cuidado de los cerdos en las granjas y, por lo tanto, es una fuente clave de información y posibles soluciones a los problemas de cojera. El personal que trabaja con los cerdos también se debe evaluar como posible contribuyente a los problemas de cojera. La manipulación y el movimiento de los cerdos son causas potenciales obvias de cojera, por lo que comprender el nivel de dotación del personal y su grado de capacitación son partes importantes de la historia clínica. La observación de la interacción entre los cerdos y el personal de la granja puede ayudar a revelar la naturaleza de las interacciones que pueden ocurrir rutinariamente en la granja.

Es importante comprender las prácticas de higiene de la granja para determinar los riesgos de lesiones y enfermedades causadas por superficies resbaladizas o contaminación de los vehículos de transporte. Si se usan camas, determinar las fuentes y el manejo de las camas también es importante para caracterizar los riesgos de enfermedad.

Finalmente, la historia de los resultados diagnósticos de la granja y del área es de crucial importancia para tener un punto de partida para una mayor investigación de los problemas de cojera. Si es posible, el historial de enfermedades entre granjas vecinas puede ayudar a comprender los riesgos de enfermedad. Como mínimo, se requiere una revisión de todos los resultados de las pruebas diagnósticas pertinentes para el rebaño específico.

Evaluación clínica:

El diagnóstico de la cojera puede ser complejo. Pueden estar afectados al menos tres sistemas orgánicos (musculoesquelético, nervioso y tegumentario) independientemente o en combinación. Debido a los diferentes sistemas y aparatos potencialmente implicados, es esencial un enfoque consistente y completo para evaluar todos los componentes de la cojera. Cuando se examina un lote con un problema locomotor, la exploración no se debe centrar únicamente en un grupo de cerdos afectados. Se deben valorar los cerdos más jóvenes para identificar causas potenciales subyacentes o predisposiciones al problema que se está investigando. También se deben examinar otros grupos de cerdos de edades similares y los cerdos más viejos que están en distintos corrales o instalaciones, para determinar si hay problemas semejantes o diferentes. No se debe asumir que los trastornos que potencialmente causan el problema se limitan a aquellas relacionadas con mayor frecuencia con un determinado grupo de edad.

Cuando se evalúa una población de cerdos es útil considerar primero un enfoque piramidal invertido de todas las instalaciones, seguido de los corrales de los cerdos y finalmente evaluaciones individuales de los cerdos. La evaluación de toda la sala está destinada a proporcionar una idea global de la salud general, la actividad y el comportamiento del grupo. Las evaluaciones de los corrales uno a uno proporcionan una oportunidad para hacer recuentos o estimaciones de la prevalencia y gravedad de la cojera. Las evaluaciones individuales de los cerdos están destinadas a centrarse en la causa específica de la cojera.

La evaluación del corral está destinada a identificar a los cerdos cojos. Se debe hacer que los cerdos se muevan (en los corrales o en los callejones), que permanezcan de pie y, si el alojamiento lo permite, que caminen, observando el comportamiento típico de los cerdos cojos. Se debe observar el corral por delante y por detrás de los últimos cerdos en levantarse y los primeros en tumbarse. Se deben anotar los cerdos que aprovechan la alteración causada por la evaluación para acceder al alimento o al agua. Deben observarse la marcha y la postura anormales, la condición corporal (los cerdos delgados son más propensos a la cojera) y los indicios físicos de traumatismo, infección o malformación (hinchazón, vesículas, etc.) en los cerdos individuales.

Si un cerdo individual justifica un examen físico más extenso se puede necesitar algún grado de sujeción. Si es suficiente una sujeción menor, el cerdo puede permanecer libre en un corral o establo, o se puede utilizar un panel de clasificación para evitar que el cerdo se aleje. Si se necesita más sujeción, los cerdos pequeños se pueden levantar o sujetar manualmente para examinarlos. Los cerdos más grandes se pueden atrapar o inmovilizar con cuerdas. La ventaja de este tipo de sujeción es que inmoviliza al cerdo. Las desventajas son que el cerdo se coloca en una postura poco natural, se suele estimular el tono muscular excesivo y normalmente se necesita la ayuda de personas adicionales.

La anestesia es otro medio posible de mayor sujeción. La ventaja es que los músculos están relajados, permitiendo la manipulación de estructuras esqueléticas como posibles fracturas. Además, se puede evaluar la masa muscular, se pueden realizar punciones articulares u otros procedimientos diagnósticos, y se pueden realizar evaluaciones más extensas, como radiografías u otras exploraciones, si están justificadas. Las desventajas son el manejo de sustancias controladas usadas como anestésicos, los periodos de supresión requeridos y el reto de manejar la recuperación de la anestesia con otros cerdos presentes o en instalaciones que pueden no estar preparadas para tales procedimientos.

Algunas granjas pueden tener rampas elevadoras para inmovilizar a los verracos, cerdas y primíparas para el recorte de patas u otros procedimientos. Estas rampas permiten una buena sujeción con pleno acceso a las pezuñas y parte inferior de las extremidades, sin ninguna de las desventajas de la sujeción química. Sin embargo, la disponibilidad de rampas elevadoras en las granjas de cerdas es limitada.

Un examen físico general de un cerdo individual para detectar la cojera requiere un proceso completo, sistemático y consistente por parte de los clínicos individuales. Uno de estos enfoques consiste en proceder de abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás del cerdo, es decir, primero se evalúan las patas, seguidas de las extremidades y el torso en una progresión de adelante hacia atrás.

Las patas se pueden examinar más fácilmente cuando el cerdo está tumbado lateralmente o levantado (manualmente para cerdos pequeños o usando una rampa mecánica para cerdas). Existen guías estandarizadas para clasificar las lesiones de la pezuña por tipo. La prevalencia y la gravedad de las lesiones de las patas en un rebaño de cerdas pueden estimarse puntuando las patas usando un muestreo estadístico. El uso de una buena linterna mejora la valoración de lesiones del pie. Puede ser necesario limpiar las patas de los cerdos alojados en suelos sin lamas. La exploración de las lesiones recortando con un cuchillo para pezuñas, cortauñas o esmeriladora requiere una sujeción adecuada y protocolos de seguridad. Las lesiones de las patas están bien definidas, pero no siempre se relacionan con la cojera en cada cerdo, porque el dolor asociado con las lesiones de las patas depende de la exposición o infección de los tejidos sensibles subyacentes a la pezuña, el talón y la suela de las pezuñas.

La palpación y manipulación de las extremidades y articulaciones también debe realizarse utilizando un método bien definido. La cantidad y el tipo de sujeción depende de nuevo de la edad del cerdo. Deben observarse los signos cardinales de inflamación, es decir, calor, hinchazón, dolor y enrojecimiento. Deben evaluarse la fuerza, la amplitud de movimiento, la crepitación y la distribución del peso. Las articulaciones rodeadas de masa muscular (p. ej., cadera, rodilla, hombro) requieren una palpación profunda, que puede no ser posible en cerdos grandes y muy musculosos. La fractura de la cabeza del fémur (epifisiólisis de la cabeza femoral), una causa frecuente de cerdas caídas, es difícil de diagnosticar ante mortem. Debido a que está enterrada bajo una gran masa muscular, incluso la artritis infecciosa en la rodilla, un sitio comúnmente afectado por Mycoplasma hyosynoviae, se puede pasar por alto en cerdos individuales en un examen superficial.

El torso puede evaluarse y palparse en busca de masa muscular, tono y simetría. Las costillas deben examinarse en busca de evidencia de fracturas o engrosamiento nudoso (rosario raquítico), y la columna vertebral debe examinarse en busca de cifosis.

Una exploración neurológica está indicada en los casos en los que se sospecha de una enfermedad neurológica y se debe realizar de modo similar a perros, vacas y caballos ( ver Evaluación física y neurológica).

El examen post mortem del cerdo cojo es a menudo necesario para alcanzar un diagnóstico definitivo en un lote con problemas de cojeras. La necropsia de campo de lechones y cerdos en transición y crecimiento es relativamente fácil de realizar. Sin embargo, para los cerdos de cebo más grandes, las primíparas, las cerdas y los verracos, el proceso es laborioso debido al tamaño del animal y a la necesidad de examinar numerosas articulaciones y huesos, a menudo incluyendo la columna vertebral si es apropiado por la presentación clínica. Como mínimo, desarrollar experiencia en la apertura de articulaciones en cerdos muertos que pueden no ser candidatos ideales para el muestreo diagnóstico puede ayudar a dirigir los esfuerzos diagnósticos cuando se dispone de cerdos más adecuados. El examen de un mayor número de cerdos mejora las posibilidades de caracterizar con precisión la causa de la cojera.

Aunque las necropsias en la granja son factibles, puede ser mejor remitir a los cerdos enteros o incluso vivos a un laboratorio de diagnóstico completo. En particular, el envío de cerdos vivos a un laboratorio permite mayores posibilidades de cultivar con éxito bacterias vivas, que son necesarias para la determinación de la sensibilidad antimicrobiana o la producción de vacunas autógenas. Además, los laboratorios de diagnóstico tienen las instalaciones y el personal para realizar disecciones más completas y cuidadosas de las articulaciones, la columna vertebral y el cerebro. Esto es especialmente cierto en el caso de cojeras de las cerdas. Por ejemplo, se requiere una disección extensa de la pelvis para revelar una apofisiólisis de la tuberosidad isquiática en cerdas jóvenes con una postura característica de perro sentado después del parto. Del mismo modo, los abscesos vertebrales pueden ser una causa común de cerdas caídas, y la columna vertebral debe dividirse sagitalmente para establecer un diagnóstico definitivo de esta afección.

Si se van a enviar cerdos a un laboratorio de diagnóstico, deben seleccionarse y enviarse cerdos adecuados, acompañados de un historial preciso y una lista de diagnósticos diferenciales. Es esencial un número adecuado de cerdos representativos, que estén cojos y sin tratar.

Si se van a enviar tejidos para una evaluación de la cojera, se debe contactar al laboratorio de diagnóstico para determinar qué pruebas se realizarán y qué tejidos serán necesarios. En general, los tejidos de tres cerdos sacrificados con signos clínicos característicos, afectados de forma aguda y no tratados (si están disponibles) son un punto de partida razonable. Como alternativa, se pueden examinar y muestrear tres cerdos recién muertos. Las muestras deben empaquetarse e identificarse individualmente para cada cerdo. Si es posible, se debe recoger sangre completa en EDTA y suero ante mortem. Para los cerdos pequeños, las muestras post mortem pueden incluir articulaciones intactas con la piel limpia y refrigeradas para el transporte. Para los cerdos más grandes se deben recoger dos hisopos articulares de las membranas sinoviales de las articulaciones afectadas, junto con muestras de membrana sinovial refrigeradas y fijadas en formol. Los huesos afectados también pueden refrigerarse.

El hueso de elección (basado en la recomendación del laboratorio) para la determinación de la densidad ósea debe enviarse si está justificado. Se han desarrollado protocolos para evaluar la densidad ósea utilizando las patas delanteras y pueden estar disponibles en algunos laboratorios.

En los casos con sospecha de proceso neurológico, la mitad del cerebro debe refrigerarse y la otra mitad debe fijarse en formol tamponado al 10 %. Además, las secciones vertebrales de la región cervicotorácica y lumbosacra deben enviarse refrigeradas, con segmentos de 5 cm de médula espinal también fijados en formol. Si se sospecha de enfermedad muscular, se debe enviar una muestra de diafragma y músculo de las áreas afectadas fijadas en formol.

Como parte de la exploración post mortem se debe extraer una costilla y romperla manualmente (como una ramita) para poder apreciar la densidad mineral ósea. Según la edad del cerdo, la costilla debe romperse bruscamente. Con la práctica, los clínicos pueden desarrollar la habilidad para evaluar la mineralización ósea de esta manera.

La evaluación de los cerdos afectados o desechados en una planta de sacrificio no suele ser productiva, porque las líneas de procesamiento corren demasiado rápido para evaluar todos los elementos del sistema musculoesquelético y no todas las articulaciones pueden ser examinadas a fondo. Sin embargo, se pueden evaluar trastornos específicos incluso a la velocidad de la línea. Por ejemplo, las lesiones raquíticas pueden ser evidentes en las costillas de las canales colgantes. Algunas veces se puede disponer para su examen de cadáveres rechazados o de cerdos eutanasiados. Algunos mataderos están dispuestos a cooperar en proyectos específicos para recuperar extremidades inferiores con fines de investigación si se les solicita.

Entorno y manejo:

El alojamiento y la manera en que se manejan los cerdos y su entorno son fundamentales para los posibles problemas de cojera, especialmente la interfaz entre el cerdo y el suelo. El tipo de suelo es un factor determinante y todos los tipos tienen formas de cojera asociadas. Los lotes de tierra y pastos pueden variar de demasiado secos a demasiado húmedos, dando lugar a grietas verticales en la pared de las pezuñas o infecciones en los pies, respectivamente. El material de la cama puede servir como fuente de bacterias que causan artritis infecciosa, como Erysipelothrix rhusiopathiae en camas de paja. Los suelos macizos, parcialmente enrejados y completamente enrejados también tienen ventajas y desventajas relativas en cuanto a las cojeras asociadas.

Además del tipo de suelo, el ajuste y el estado de conservación pueden tener una influencia considerable en la cojera. Los agujeros, huecos y bordes afilados en los pisos de hormigón pueden traumatizar las pezuñas y la parte inferior de las patas. La abrasividad de la superficie del suelo puede ser demasiado pequeña, lo que hace que el suelo sea resbaladizo y provoca lesiones, o demasiado, lo que puede desgastar las pezuñas y promover el crecimiento excesivo del talón.

La limpieza y la humedad son factores adicionales a evaluar. La acumulación de purines en las áreas de descanso puede producir infecciones en los pies, mientras que el exceso de humedad de los sistemas de enfriamiento por nebulización que se desajustan puede conducir al reblandecimiento de las pezuñas, grietas en las paredes de los cascos y desgaste excesivo.

Las interacciones entre los cerdos también son factores importantes a evaluar. El origen y la mezcla de poblaciones porcinas discretas pueden influir en si las enfermedades infecciosas se mantienen como endémicas dentro de la población o pueden convertirse en brotes epidémicos a medida que los cerdos se vuelven sensibles con el tiempo con la pérdida de la inmunidad materna y tienen una exposición mixta. La densidad de población y el espacio para que los animales muestren comportamientos sociales pueden influir en el grado de comportamiento social agresivo que se produce dentro de los lotes de cerdos. La distancia y las condiciones que los cerdos deben atravesar para acceder al alimento y al agua pueden afectar el desgaste de las patas y los traumatismos en las articulaciones.

El tamaño y la estabilidad del lote también influyen en el desarrollo de la cojera. Las cerdas alojadas en establos individuales están restringidas en términos de movimiento, pero tienden a desarrollar menos problemas de cojera que las cerdas confinadas en grupos. Los cerdos mantenidos en grupos muy grandes tienen menos interacciones agresivas que los cerdos alojados en grupos pequeños. La clasificación de los cerdos en crecimiento para permitir una mayor variación de tamaño dentro de los corrales puede reducir el tiempo necesario para que las estructuras sociales se establezcan en el momento del destete o del reagrupamiento.

Nutrición:

El desarrollo del esqueleto se puede afectar por deficiencias nutricionales en un periodo de tiempo relativamente corto, especialmente considerando las expectativas para un crecimiento rápido y desarrollo muscular en los cerdos híbridos modernos. Es posible que los problemas iniciales en el ciclo de producción se reflejen como un crecimiento óseo anormal en los cerdos en transición o crecimiento, mientras las deficiencias recurrentes o aquellas que se advierten más tarde en la fase de finalización pueden producir debilidad de los huesos en cerdos destinados al matadero o como reposición para la reproducción.

Durante la fase de crecimiento el objetivo del programa nutricional debe ser el de asegurar el desarrollo de un esqueleto fuerte, para que la incidencia de fracturas óseas espontáneas en las fases finales de cebo o durante el proceso de sacrificio sea baja, y así evitar gran número de desechos o eliminación parcial o completa de las canales. Durante el proceso de sacrificio en matadero se pueden producir fracturas de fémur, húmero, costillas o vértebras inducidas por fuertes contracciones musculares; sin embargo, si el problema se produce con frecuencia, puede ser un reflejo de la integridad general del esqueleto y justifica una posterior determinación de los minerales y vitaminas de la ración. Los signos clínicos de hipocalcemia pueden desarrollarse antes del sacrificio y pueden incluir cojera, incluyendo fractura en espiral del fémur, debilidad de la pata y paresia posterior, postración y pedaleo e incluso muerte súbita.

Las lesiones en las patas pueden causar cojera, especialmente en los animales reproductores. La investigación ha demostrado la necesidad de equilibrar cuidadosamente las dietas en cuanto a macro y oligoelementos, así como a vitaminas clave como la vitamina D y la biotina. La excesiva dureza del agua o las altas concentraciones de hierro o metales pesados en el agua pueden antagonizar la absorción de oligoelementos, lo que da lugar al desarrollo de lesiones en las patas.

Virus:

Algunas causas infecciosas agudas de cojera en cerdos pueden afectar a cerdos de múltiples edades. En particular, las enfermedades vesiculares causadas por varios virus pueden causar cojera en los cerdos reproductores y en crecimiento: la fiebre aftosa, el virus del valle de Seneca, la enfermedad vesicular porcina, la estomatitis vesicular y el exantema vesicular se ajustan a este cuadro clínico. La prevalencia y la gravedad clínica entre estos virus es variable, pero debido a la preocupación por la fiebre aftosa, cualquier episodio de enfermedad vesicular en los cerdos es motivo de una investigación diagnóstica completa con la participación de las administraciones.

Consideraciones terapéuticas:

Las terapias para tratar o prevenir la cojera deben, por supuesto, adaptarse a la causa subyacente presunta o confirmada de la cojera, pero también pueden ser sintomáticas para reducir el dolor y mejorar la función. Sin embargo, el panorama regulatorio para el uso de productos para tratar o prevenir la cojera en los cerdos está cambiando. Esto es cierto no solo para las reglamentaciones federales sobre el uso de antimicrobianos y analgésicos, sino también para el mosaico de programas de marketing comercial que suelen ser más restrictivos en el uso del producto a través de acuerdos contractuales. Por lo tanto, cualquier tipo de producto, dosis, forma y uso debe considerarse cuidadosamente a la luz de las regulaciones pertinentes para las jurisdicciones en las que los cerdos se crían y comercializan.

Las prácticas y condiciones de producción también están cambiando. En ciertas partes del mundo, la cría de cerdos se está volviendo más intensiva, mientras que otras se están volviendo más extensivas. Estos cambios pueden alterar la epidemiología de las enfermedades, planteando tanto un desafío como una oportunidad para intervenir más eficazmente para reducir la cojera.

Los regímenes diagnósticos son cada vez más sensibles, aumentando la probabilidad de detectar y caracterizar los agentes causantes de la enfermedad. Distinguir entre la presencia y la importancia de un agente causante de enfermedad se vuelve más difícil, pero una comprensión más precisa de la exposición y transmisión de los agentes debería ayudar a desarrollar estrategias de control más eficaces.

Los cerdos con enfermedades agudas que pueden causar la muerte suelen necesitar tratamiento parenteral con un fármaco de elección (utilizando primero los productos aprobados) basado en el diagnóstico tentativo y la experiencia del clínico hasta que estén disponibles los resultados de la necropsia y los perfiles de sensibilidad antimicrobiana. Prácticamente todos los productos parenterales disponibles para tratar infecciones que causan cojera se administran IM, con el lugar de elección detrás de la oreja para todas las categorías de edad. Puede ser factible administrar medicación en el agua o alimento después del tratamiento parenteral inicial. Los agentes infecciosos sensibles a un fármaco in vitro pueden no serlo in vivo, por lo que la experiencia clínica en la granja es esencial.

Además de los antimicrobianos para tratar las artritis infecciosas, el uso de agentes antiinflamatorios para aliviar el dolor puede ser útil y beneficioso para el cerdo. El flunixino meglumina está aprobado para su uso en cerdos para el tratamiento sintomático de la fiebre en brotes de enfermedad respiratoria porcina, pero sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas pueden ayudar a aliviar el dolor en una articulación inflamada o en un músculo magullado (no indicado en la etiqueta). La dexametasona se ha recomendado en cerdos con estreptococosis y está indicada para el tratamiento con glucocorticoides en cerdos. Otro glucocorticoide, el acetato de isoflupredona, está específicamente aprobado para el dolor musculoesquelético que causa cojera en los cerdos. En un estudio controlado en Europa, el inhibidor de la COX-2 meloxicam demostró ser útil para aliviar la cojera dolorosa y no infecciosa en los cerdos. Este producto está aprobado para su uso en cerdos en Canadá, pero no en EE. UU. Todos estos productos se administran mediante inyección IM, por lo que el tratamiento de un gran número de cerdos requiere mucho tiempo y es potencialmente costoso. El ácido acetilsalicílico y el salicilato de sodio están permitidos para la analgesia en los cerdos si se fabrican bajo cGMP (buenas prácticas de fabricación) y pueden ser un tratamiento adjunto útil como tratamiento del agua. Además, el meloxicam y el ibuprofeno pueden prepararse a partir de productos humanos aprobados por la FDA. Una consideración importante con el uso de cualquier fármaco en cerdos cerca del momento del sacrificio es el cumplimiento de los periodos de supresión recomendados por el fabricante.

Siempre que sea posible, es deseable la introducción de un protocolo de vacunación para proteger a las poblaciones de cerdos frente a un agente infeccioso en particular. Si una vacuna adecuada no está disponible comercialmente, se puede crear un producto autógeno para algunos patógenos para su uso en un lote individual y, siempre que sea rentable, puede usarse para prevenir brotes regulares de la enfermedad. El control regular de los microorganismos causales, serotipos, etc., es esencial para el uso eficaz de agentes antibacterianos o vacunas.

La retirada de los cerdos cojos de los entornos competitivos de alojamiento grupal a corrales de recuperación mejora las posibilidades de recuperación. Las investigaciones no son concluyentes en cuanto al suelo y las condiciones óptimas de mantenimiento para los corrales de recuperación.