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Diagnóstico de trastornos cutáneos en los gatos

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Revisado/Modificado ago 2018

    Un diagnóstico preciso de las causas de una enfermedad de la piel requiere una anamnesis detallada, una exploración física y las pruebas de diagnóstico adecuadas. Muchas enfermedades de la piel tienen signos similares y puede no ser posible un diagnóstico inmediato. Según la anamnesis de su gato y la exploración física, su veterinario puede solicitar alguno de los procedimientos de laboratorio. Estos pueden incluir el análisis microscópico de raspados de piel y pelo, cultivos de pelo o hisopos de piel, pruebas cutáneas especializadas, análisis de sangre y orina e incluso biopsias. Los resultados del laboratorio pueden tardar varios días en estar disponibles. Su veterinario también puede evaluar cómo responde su gato al tratamiento para diagnosticar un problema cutáneo específico. A menudo se necesita más de una visita para establecer un diagnóstico correcto.

    Lista de verificación del historial de enfermedades de la piel

    Cuando lleva a su gato a su veterinario por un problema de la piel, puede ayudar a su veterinario a diagnosticar el problema teniendo información sobre lo siguiente:

    • El motivo de consulta principal: ¿qué le molesta a su gato?

    • La duración del problema.

    • La edad a la que comenzó la enfermedad de la piel. Algunas enfermedades son más comunes en determinadas edades de los animales.

    • La raza. Algunas razas son propensas a enfermedades específicas.

    • Comportamiento del gato, como lamerse, frotarse, rascarse o morderse la piel.

    • Cómo empezó el problema y cómo ha progresado. Por ejemplo, los problemas que empezaron con picor pueden provocar un autotraumatismo que desarrolle heridas o infecciones cutáneas secundarias.

    • El tipo de problemas cutáneos que vio desarrollarse y cuándo.

    • La estación en la que comenzó el problema. Algunas enfermedades de la piel están relacionadas con la estación del año.

    • La zona del cuerpo donde se observó por primera vez el problema.

    • Cualquier tratamiento previo y cómo respondió su gato al tratamiento. Por ejemplo, si su gato no mejora si se le administran antibióticos, esto ayuda a su veterinario a excluir ciertas enfermedades.

    • La presencia de pulgas, garrapatas o ácaros.

    • La salud de otros animales con los que su gato ha estado en contacto.

    • El entorno de su gato. Los cambios en el entorno del animal pueden influir en el desarrollo de ciertas enfermedades de la piel.

    • La presencia de cualquier signo adicional (como aumento de la sed o de la micción, cambio en el apetito o nivel de energía, o aumento del jadeo). La piel puede ser el primer lugar donde se observan los signos de una enfermedad generalizada.

    Consulte también el contenido para veterinarios sobre el diagnóstico de enfermedades de la piel.